LA GACETA SALTA
Salta, entre las provincias con mayor exceso de empleados públicos
Un informe privado asegura que el 38% de los trabajadores estatales es innecesario y que la plata gastada equivale a lo invertido durante seis años en obras públicas.
07 Ene 2015
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EMPLEADOS PÚBLICOS. "Hay un exceso, dice un informe nacional". IMAGEN ILUSTRATIVA TOMADA DE HABLEMOSPARAUNRATO.BLOGSPOT.COM
La consultora NoaNomics presentó un informe sobre el exceso de empleados públicos en el país y allí aparece Salta entre las provincias con los índices más altos.
El estudio indica que el mayor sobredimensionamiento se da en Catamarca con una dotación un 63% mayor a la necesaria y le siguen, Tierra del Fuego (55%), Corrientes (46%), Salta (38%), Buenos Aires (37%) y Jujuy (35%).
La consultora de Félix Piacentini llega a estos porcentajes comparando el número de empleados públicos, con “lo que hubiera sido deseable de haber contado con una dotación “óptima” expandiéndose a la misma tasa que la población de cada jurisdicción”.
En valores absolutos, entre 2003 y 2013, Salta gastó en exceso US$ 1.413 millones. Ese monto equivale, según especifica NoaNOmics, a seis años y medio de lo gastado en obras públicas en esta provincia. “El mayor gasto en exceso de personal acumulado entre 2003 a 2013 se observa en Buenos Aires con U$S 16.366 millones, el 40% del total, siguiendo CABA con US$ 3.420 millones y Córdoba con US$ 2.805 millones”, detalla.
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En el país
El informe sintetiza que si en todo el país se acumula el gasto excedente desde el año 2003 “se arriba a la friolera de $ 416 mil millones a valores de hoy que se gastaron en empleo público innecesario en una década. Convirtiendo para cada año al tipo de cambio oficial el acumulado llega a los 41.500 millones de dólares”.
Este es el análisis que realiza Piacentini sobre la situación en la Argentina:
“De estos indicadores se desprende muy claramente, y desde otra óptica, el verdadero despilfarro en términos de recursos que implica la práctica tan difundida de incorporar plantilla por encima de lo necesario. Si esas erogaciones se hubieran aplicado a incrementar el acervo productivo con obra pública e inversiones en infraestructura, o se hubiera ahorrado para disminuir la presión fiscal provincial presente y futura (menos deuda) y/o eliminar impuestos distorsivos, el grado de competitividad de las provincias y su nivel de autonomía financiera y política se habría visto incrementado, apuntalando al sector privado como generador de empleo y asegurando una trayectoria de crecimiento más estable y menos pasible de ser afectada por cambios en las condiciones macroeconómicas locales e internacionales”.
El estudio indica que el mayor sobredimensionamiento se da en Catamarca con una dotación un 63% mayor a la necesaria y le siguen, Tierra del Fuego (55%), Corrientes (46%), Salta (38%), Buenos Aires (37%) y Jujuy (35%).
La consultora de Félix Piacentini llega a estos porcentajes comparando el número de empleados públicos, con “lo que hubiera sido deseable de haber contado con una dotación “óptima” expandiéndose a la misma tasa que la población de cada jurisdicción”.
En valores absolutos, entre 2003 y 2013, Salta gastó en exceso US$ 1.413 millones. Ese monto equivale, según especifica NoaNOmics, a seis años y medio de lo gastado en obras públicas en esta provincia. “El mayor gasto en exceso de personal acumulado entre 2003 a 2013 se observa en Buenos Aires con U$S 16.366 millones, el 40% del total, siguiendo CABA con US$ 3.420 millones y Córdoba con US$ 2.805 millones”, detalla.
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En el país
El informe sintetiza que si en todo el país se acumula el gasto excedente desde el año 2003 “se arriba a la friolera de $ 416 mil millones a valores de hoy que se gastaron en empleo público innecesario en una década. Convirtiendo para cada año al tipo de cambio oficial el acumulado llega a los 41.500 millones de dólares”.
Este es el análisis que realiza Piacentini sobre la situación en la Argentina:
“De estos indicadores se desprende muy claramente, y desde otra óptica, el verdadero despilfarro en términos de recursos que implica la práctica tan difundida de incorporar plantilla por encima de lo necesario. Si esas erogaciones se hubieran aplicado a incrementar el acervo productivo con obra pública e inversiones en infraestructura, o se hubiera ahorrado para disminuir la presión fiscal provincial presente y futura (menos deuda) y/o eliminar impuestos distorsivos, el grado de competitividad de las provincias y su nivel de autonomía financiera y política se habría visto incrementado, apuntalando al sector privado como generador de empleo y asegurando una trayectoria de crecimiento más estable y menos pasible de ser afectada por cambios en las condiciones macroeconómicas locales e internacionales”.
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