Un milagro en la vida del pequeño Máximo

El bebé tenía unos días de vida cuando le diagnosticaron un edema y un quiste en el cerebro. Su papás los llevaron al Cerro de la Virgen.Enterate que pasó después .

05 Dic 2015
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FOTO DE CARLOS VERGARA PARA LA GACETA

Máximo nació en septiembre de este año. Tenía apenas unos días cuando le detectaron un edema y un quiste en el cerebro. Todo fue de golpe. Los Montilla habían tomado el colectivo para llevar a su bebé a un control médico cuando el pequeño se descompensó. El chofer bajó a los pasajeros de la unidad y llevó a la familia de urgencia al hospital.

“Máximo llegó en código rojo y sin signos vitales pero los médicos lograron revivirlo y estabilizarlo”, cuenta su mamá, Alejandra, entre lágrimas de emoción y angustia.

Tras el episodio, el bebé quedó internado en neonatología. Allí le realizaron los estudios que le diagnosticaron un edema y un quiste en el cerebro. Los especialistas les dijeron a Ana y Darío que tenían que esperar unos días para repetir los chequeos. En ese momento, una amiga les aconsejó que visiten la Virgen del Cerro, y a María Livia. “Nos dijeron que era milagrosa, y no dudamos en venir a verla”, recuerda su papá, Darío.

Un sábado, la familia se animó a subir al cerro y acercarse a María Livia, quien, relatan, les transmitió un mensaje de la Virgen. “Nos dijo que teníamos que bautizarlo y lo hicimos”.

El milagro se produjo diez días después de que Máximo recibió el sacramento. “En las segundos estudios se dieron con que mi hijo no tenía nada. El médico se sorprendió, comparó los resultados del primer informe con el segundo porque no se explicaba que había pasado. Nuestro hijo tenía los signos vitales perfectos y el peso normaL”, recalca la aliviada madre.

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