Multitudinarias protestas contra Dilma y Lula

Más de un millón de personas se movilizaron para reclamar el juicio político de la Presidenta y el encarcelamiento de su padrino político. La marchas se multiplicaron por 13 Estados y el Distrito Federal. Fueron convocadas por partidos opositores y organizaciones sociales. Se inicia una semana clave.

14 Mar 2016
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ADHERENTES. Lula saludó a la multitud que fue a apoyarlo hasta su casa. fotos reuters

BRASILIA/SAN PABLO/RÍO DE JANEIRO.- Millares de personas tomaron las calles en diversas ciudades de Brasil para manifestar su repudio al Gobierno de Dilma Rousseff, a su antecesor Luiz Inacio Lula da Silva y al gobernante Partido de los Trabajadores (PT). La cifra final fue estimada en un millón de manifestantes que ganaron las calles.

Según medios locales, al menos 13 Estados del país y el Distrito Federal albergaron actos contra el Gobierno, acosado por crecientes denuncias de corrupción que han tenido en los últimos días como principal protagonista a Lula, el máximo líder del PT y de la izquierda nacional.

En Río de Janeiro, donde las protestas comenzaron por la mañana, una marea humana teñida de verde y amarillo, los colores de la bandera de Brasil, se concentró en la avenida Atlántica, en la rambla de la playa de Copacabana. Los manifestantes reclamaron la salida del poder de la mandataria y de su partido, así como la prisión de Lula. El ex presidente es investigado -con un pedido de cárcel en curso- por sus presuntos nexos con el escándalo de corrupción en Petrobras. En esta concentración, en el corazón de Río, habrían participado 200.000 personas.

El juez federal Sérgio Moro, quien encabeza los procesos vinculados con la operación “Lava Jato” de la Policía Federal -a cargo de la investigación de los fraudes en Petrobras- fue el héroe de la jornada, ya que se produjeron numerosas menciones a su trabajo. “Somos todos Moro”, “Moro, los nietos de Brasil te agradecerán” y “Moro y Policía Federal, líbrennos de la corrupción”, entre muchas otras consignas, sintetizaron el sentir de los manifestantes, que se dicen hartos de la corrupción.

Rousseff y Lula, en tanto, fueron objeto de duros calificativos, a veces ofensivos, y de consignas que clamaban por su salida del poder, su encarcelamiento e incluso su muerte.

“DilMafiosa y LuLadrón” se pudo leer en carteles erguidos junto al ya clásico muñeco inflable de Lula vestido de preso, al que en esta ocasión se le sumó como “compañera de prisión” a su sucesora y ahijada política.

En San Pablo, epicentro histórico de las grandes movilizaciones del país, la concentración ya reunía a millares de personas poco después del mediodía, antes incluso de la hora marcada para los actos.

En Brasilia, donde la protesta terminó pasado el mediodía, la Policía Militar calculó unas 100.000 personas en la marcha, que partió de la plaza del Museu da República y terminó en las proximidades del Congreso Nacional. También hubo protestas en los Estados de Alagoas, Bahía, Espírito Santo, Maranhao, Pará Paraná, Rio Grande do Sul, Santa Catarina y Tocantins.

Las marchas fueron convocadas por organizaciones sociales y partidos opositores, y en todas ellas los manifestantes protestaron contra la corrupción y la permanencia de Rousseff al frente del Gobierno. El Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), principal fuerza de oposición del país, dijo que fue el mayor acto contra el Gobierno de los últimos tiempos. Agregó que estas manifestaciones podrían ser definitivas para impulsar el juicio político contra Rousseff. (DPA-Télam)

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