LA GACETA SALTA
"Mirá quien habla" inaugura el festival de humor
La comedia que fonomímica, play back, doblajes y actuación se presentará este sábado en el Teatrino.
01 Abr 2016
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TRANSFORMADOS. Los irreconocibles Kikín Díaz, Manuel Villarrubia, Jorge Pérez Lucena y Gabriel Carreras. Gentileza Mirá quien habla.
Cuatro actores tucumanos llegan a la escena salteña con una propuesta que mezcla fonomímica, play back, doblajes y actuación. Ellos son Gabriel Carreras, Jorge Pérez Lucena, Manuel Villarrubia y Kikín Díaz, todos dirigidos por Pablo Parolo, y presentarán “Mirá quien habla” mañana, a las 22, en el Teatrino durante la apertura del festival de humor que se realizará todos los sábados de abril en la sala Alvear y 12 de Octubre.
No son sus voces ni sus historias, pero es como si lo fueran. Actúan, bailan, cantan y se transforman en diferentes personajes que se mueven en realidades ficticias y mágicas. “En la obra hay una especie de matrix que controla a los actores y que los obliga a usar voces que nos pertenecen”, explica uno de sus protagonistas, Gabriel Carreras, quién habló con LA GACETA sobre el éxito de este espectáculo de café concert que hizo una exitosa temporada teatral en Tucumán.
¿Qué encontrará el público en "Mirá quién habla"?
Es una comedia experimental que conjuga diferentes técnicas teatrales. Es una montaña rusa para el público y para nosotros los actores especialmente porque trabajamos una propuesta ´meta teatral’, es decir, el teatro dentro del teatro. Nos movemos dentro de tres planos de ficción: uno en el de los actores, el otro de las actrices y el tercero los personajes que representan las actrices dentro del espectáculo. Todo el tiempo entramos y salimos de estas tres realidades ficticias. Hay como una especie de matrix que contrala a los actores y que los obliga a usar voces que nos les pertenecen. Están dentro de un discurso impuesto.
¿Cómo definís a la fonomímica y qué produce en los actores y en el público?
En la fonomímica, los actores usan voces que no le pertenecen y las hacen propias. En la obra, utilizamos audios de películas y canciones para construir la línea argumental. No nos podemos escapar de ese guion. Cuando vas al teatro, acordás con el actor que lo que vas a ver en escena es una mentira, y en “Mirá quién habla” el artificio se multiplica. Esa es la magia del teatro. Sabés que es ficción, pero igual te emocionas, te reis.
Plantean que el actor está obligado a usar una voz que no le pertenece, como si estuviera preso. ¿Qué buscan transmitir con esta técnica?
Tiene mucho que ver con que muchas veces uno no dice lo que piensa realmente, opina sobre cosas que están impuestas en los medios, en la sociedad o en los grupos. Es una manera de replantearse si uno realmente cree en lo que dice.
En “Mirá quien habla” no hay lugar para la improvisación…
La precisión acompaña todo el espectáculo. No nos podemos salir de esa exactitud pero el hecho de no poder utilizar la voz nos hace sacar diferentes formas expresivas. Las caras se agrandan y los movimientos son más marcados también.
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