¿Cómo se costea una campaña electoral en la UNSa?

Con afiches del piso al techo, Catalina Buliubasich y Antonio Fernández se encaminan al ballotage.

25 Abr 2016
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En la Universidad Nacional de Salta, por más que se quiera, nadie es ajeno a las elecciones en la que el próximo miércoles se definirá quien será el próximo rector.

El campus de Campo Castañares se encuentra inundado de afiches, panfletos, pasacalles, baners y banderas. Hasta en los baños se pueden ver propagandas proselitistas. 

La última semana el clima en la Universidad fue intenso pero tranquilo. Los militantes de las diferentes agrupaciones comenzaron a moverse buscando el voto del indeciso. 


¿Cuánto gastaron los candidatos en la campaña?

Tal como sucede con los políticos, los aspirantes a conducir la casa de altos estudios evitaron hablar de dinero al ser consultados de cómo costearon la campaña proselitista. “Mucho sacrificio”, “voluntad” e “ingenio”, fueron algunas de las palabras con la que definieron sus campañas. 

Catalina Buliubasich manifestó que su campaña fue realizada con mucha “voluntad” y “creatividad”.  Además aseguró que contó con el aporte económico de algunos profesores y amigos.

La doctora en Antropología Social explicó que han hecho hincapié en el uso de las redes sociales, teniendo en cuenta la llegada que tiene a los alumnos.

En tanto, Antonio Fernández explicó que la campaña se costeó con aportes realizados por él mismo y su compañero de fórmula Edgardo Sham. Además definió a esta como “una inversión”.

"Lo hacemos todo a pulmón, por ahí nos ayuda gente amiga, por ejemplo hay un amigo que tiene una imprenta y se encarga de los afiches", justificó.

"Yo no soy miembro de ningún partido político ni adentro ni afuera de la Universidad, soy muy crítico, tengo mi postura pero si voto a un presidente a la primera macana que se manda, no le perdono los pecados como otros fanáticos".


Entre la contaminación visual y la militancia más pura

“Hay una cosa que ya está instalada en la mente de la gente y es que le molesta que le ensucien la ciudad o el espacio donde uno está. La universidad es como un microclima donde la mayoría quiere ir, cursar, obtener su título y seguir su vida, y después por otro lado tenés los estudiantes crónicos que van estudian están quince años para recibirse, es como que tenés dos mundos dentro de ese mundo”, explicó Ramiro Barón, especialista en marketing digital y neuromarketing.

“A esos que están hace quince años estudiando no les importa que le llenes de papeles la universidad porque es parte de su lenguaje de su cultura”, explicó el especialista y agregó, “a una mamá que quiere terminar de recibirse, que está trabajando, está medio día con el hijo y medio día trabajando, a ella si le molesta que le ensucies las paredes”. 

Sin embargo, Lourdes Gómez Cervera, estudiante y militante de Franja Morada, vio de manera positiva que se invierta recursos en campaña proselitista.  

“Yo pertenezco a Franja Morada donde tenemos la costumbre de hacer un fondo común entre los miembros y así solventarnos las campañas. Consideramos que es el único medio por donde se pueden expresar las demandas y cuáles son los proyectos para solucionar las cosas es la política. No consideramos que se mal invierta la plata. A mí me encanta la política, no me molesta”, contó la militante.  

Por su parte Juan Martín Cabezas, militante de El Ceibo en el Frente Independiente, explicó que es bueno que se haga este tipo de campañas. 

“Así se puede distinguir entre los distintos candidatos. Con la confección de los carteles podemos ver  a una lista de candidatos de traje y un fondo verde y la otra con la universidad de fondo y de camisa. Es una forma de expresar diferencias éticas y políticas y es una forma que tienen los estudiantes de analizar a los candidatos”, aseguró cabezas.

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