Más comunidades aborígenes reclaman la propiedad de tierras cercadas por finqueros
En el norte provincial se agudiza el conflicto por la propiedad de los terrenos, que enfrenta a comunidades originarias con finqueros de la zona.
La semana pasada 10 comunidades aborígenes, entre wichís y guaraníes, tomaron el sendero conocido como “camino de la invernada” cercano a la localidad de Embarcación.
El primero que había dado a conocer su reclamo por la propiedad de estas tierras fue el finquero Huberto Bourlon, más conocido en esos lugares como “el hijo del francés” o por su apellido real: Rouvré.
Hace dos días se sumó otro reclamo con toma de territorio, por parte de una comunidad wichí.
Más de 70 personas se instalaron en un terreno cercano a una estación de servicio que se encuentra en las afueras de la localidad norteña.
“Nosotros estamos acá resguardando el territorio ya remarcado en 2013. Esperamos tres años para que se concrete esto” cuenta a LA GACETA, Valerio Cobos, de la Comunidad wichí “Honat LéLes".
El referente de la comunidad originaria, argumenta que hace tres años la comunidad se benefició con una carpeta técnica en el marco del relevamiento territorial de comunidades indígenas, que realiza el INAI (Instituto Nacional de asuntos indígenas).
En el marco de la ley 26.160, el relevamiento territorial de las comunidades aborígenes busca reconocer la posesión actual de los territorios de los pueblos originarios con fundamentos históricos y antropológicos.
Pero los integrantes de esta comunidad ya se cansaron de esperar y empezaron a tomar posesión efectiva de estas tierras.
“Queremos que nos dejen tomar posesión del territorio” comenta Cobos y además agrega que históricamente sus padres y abuelos usaron esas tierras para recolectar miel, juntar leña, cazar, entre otras actividades que forman parte de la cotidianeidad y la cultura originaria.
Muchos de los que hoy están protestando en las afueras de Embarcación viven actualmente en el Barrio El Bordo de esta localidad, y no todos son originarios ya que en la urbanización establecieron vínculos estrechos con criollos.
Pero lo que reclaman es que se entienda su cultura y que se les permita vivir como históricamente lo han hecho, con sus propias prácticas y forma de vida.
“Estamos acostumbrados a vivir dignamente en un territorio amplio” afirma el referente de la comunidad wichí.
Disputa violenta
Al reclamo por las tierras se suma la indignación ante la violencia con que afirman ser tratados los integrantes de esta comunidad.
Hace varios años que esta disputa se viene acrecentando así como también las formas de apropiarse del territorio van haciéndose más violentas, según el testimonio de los originarios.
“No pases más por acá porque te vamos a cagar a palos” es la frase que suelen escuchar cada vez con más frecuencia los wichís de esa zona, según comenta Cobos.
Fueron varias las ocasiones en que “guardabosques” contratados por empresarios amenazaron con armas en mano a los aborígenes según relata el referente wichí.