Vinculan un robo en Tres Cerritos con una red de trata internacional
Denuncian que detrás del asalto y la golpiza a una joven en su casa hay una peligrosa organización binacional vinculada a la explotación sexual.
La semana pasada, una banda integrada por cinco mujeres asaltó una vivienda en Tres Cerritos y maniató a la joven dueña de casa, que se encontraba con su hijo de dos años. La golpearon, la hirieron con un machete en varias partes del cuerpo y la amenazaron de muerte, apuntándola permanentemente con una pistola.
La primera denuncia por el caso que difundió LA GACETA el lunes pasado hablaba de un asalto violento, pero con el correr de los días las investigaciones de la Policía y la ampliación de las declaraciones ante la fiscalía arrojaron pistas sobre una presunta organización delictiva que se dedica a la trata y explotación de jóvenes salteñas, captadas en boliches de la Balcarce, y en connivencia con prostíbulos y proxenetas de la ciudad de Calama, en Chile.
Cuatro de las asaltantes –de 40, 27, 22 y 19 años- fueron detenidas luego de varios allanamientos en Parque Belgrano y el macrocentro, pero la quinta integrante de la banda permanece prófuga, según pudieron confirmar fuentes del Poder Judicial cercanas a la causa. Las detenidas, por ahora, están imputadas por robo en banda, privación ilegítima de la libertad y lesiones.
La acusación podría agravarse en los próximos días, según adelantó el abogado de la víctima, Daniel Luna, quien además realizó una presentación para que la causa sea llevada al fuero federal, dado que –según los denunciantes- las asaltantes estarían involucradas con una supuesta organización de trata binacional.
Según consta en las declaraciones de la víctima, la banda sustrajo de su domicilio $95.000, u$s3.000 y varios electrodomésticos.
Con la ampliación de la denuncia se supo que la víctima mantuvo algún vínculo, tiempo atrás, con la organización que ahora denuncia. Según aseguran fuentes de la investigación a las que tuvo acceso LA GACETA, detrás del robo había otro objetivo: amenazar a la víctima para que guarde silencio sobre el accionar y la mecánica con que la banda regenteaba jóvenes en la noche salteña para ofrecerles “trabajo fácil y bien remunerado” en el país vecino.