Bullying ¿Cómo detectar si tu hijo está sufriéndolo?

10 Sep 2018
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archivo saltabebé revista

El “bullying” es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Es más frecuente su aparición con el inicio de la adolescencia, entre los 12 y 13 años, pero se da también en edades menores.

¿Cómo podemos detectar si nuestros hijos son victimas de bullying?
Hay que estar atento al estado de ánimo de los niños. Los chicos son por naturaleza alegres y activos, y una alteración en estos parámetros nos puede dar una señal de alarma. Las víctimas se aterrorizan al asistir a la escuela, se muestran nerviosos, tristes y solitarios. Hay que prestar atención si nuestro hijo, de repente se pone triste el domingo a la noche, porque al otro día tiene que ir a la escuela, o pide que lo cambien de colegio con insistencia.

¿Por qué se origina?
Tiene que ver con un problema en el registro de los límites. Los niños acosadores no tienen incorporado el concepto del otro, su dignidad y sus derechos.
En el devenir de un niño acosador intervienen tres cuestiones: por un lado, las particularidades de ese niño, es decir su estructura psicológica y su estilo de personalidad; por otra parte su entorno familiar y finalmente el rol institucional. No hay que perder de vista que muchas veces el niño acosador, es un niño acosado en otros ámbitos.

¿El acosador actúa solo?
En el bullying hay un acosado, y acosadores. Y hablamos en éste último caso en plural, porque por un lado hay un líder o dos, con personalidades más fuertes, y por el otro, un grupo de “cómplices” que se acoplan muchas veces porque tienen miedo a ser foco de ataques.

¿Cómo prevenirlo?
Hay distintos niveles de acción, arrancando por la “Prevención Primaria” que tiene que ver con el rol de los padres en una educación democrática y no autoritaria. Por otra parte, el nivel de “Prevención Secundaria” es la toma de medidas concretas sobre la población en riesgo; promoviendo un cambio en la mentalidad en cuanto a la importancia de denunciar estos casos.

 En este nivel es importante que lo educadores comprendan la necesidad de oír y estudiar lo que le sucede al niño, evitando frases como “no seas demandón” cuando pide ayuda. Finalmente está la “Prevención Terciaria”; que se aplica cuando se ha detectado una situación específica. Allí, tanto padres, como educadores y profesionales deben intervenir prestando ayuda a los protagonistas.

¿Qué secuelas puede dejar el bullying si no se aborda a tiempo?
Para la víctima, fundamentalmente una merma importante en su autoestima. Además, se pueden despertar patologías que estaban ocultas en el niño y se gatillan por estas situaciones, como por ejemplo una fobia social. En el caso de los acosadores, hay una agudización en el tiempo de esas faltas de límites y reconocimiento de la autoridad, que les genera dificultades más adelante en la universidad, en el trabajo y hasta en el ámbito íntimo, porque no siempre encontrarán gente que les tolere o permita sus conductas.

Con el asesoramiento de María de la Paz Collado. Licenciada en Psicología. Especialista en Psicoterapia Cognitiva Comportamental. MP 2507.


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