La escritora y terapeuta familiar Laura Gutman nos habla a cerca de la maternidad y el encuentro con la propia sombra. Es autora de varios libros que exploran el mundo de las madres y los hijos como “La revolución de las madres”, y “Puerperios y otras exploraciones del alma femenina”. Muchas veces polémica y controvertida en sus conceptos, esta mujer se ha convertido en una gran referente para las madres de este y otros países que disfrutan de la lectura.
Su interés por temas relacionados con la maternidad comienza en los años 70 cuando se encontraba exiliada en Francia y tuvo a su primer hijo en condiciones muy difíciles. En medio de la pobreza y la soledad, Laura se encontró con un bebé en brazos, sin nadie alrededor que pudiera darle un consejo. Fue entonces cuando decidió que haría algo para que las madres nunca más se sintieran solas y aisladas.
¿Qué
significa para una mujer ser madre con sus luces y sombras?
La maternidad ha perdido valor, entonces cuando nos sucede que nos encontramos con un bebé en casa, en general aisladas, porque el bebé sucede puertas adentro y la vida parece que sucediera puertas afuera, nos encontramos con una gran contradicción y es que somos o existimos en la medida en la que tenemos un lugar social donde existir y dejamos de existir si estamos en casa. Este es uno de los motivos por los cuales cada vez más abandonamos a los bebés, abandonamos inclusive nuestro propio deseo de permanecer al lado de él, porque es un lugar que carece de todo valor social.
Hoy en día si cualquiera nos pregunta ¿qué sos? Y decimos soy bailarina, soy política, soy abogada, soy maestra, soy periodista. Una madre con cuatro hijos dice “no soy nada”.
¿Cómo
se desarrolla el vínculo entre la madre y su bebé en los primeros años de vida?
La fusión emocional es el fenómeno por el cual madre y bebé comparten el
mismo territorio emocional. Es decir que la
madre vive como propias las experiencias del bebé y el bebé vive como
propias todas las experiencias pasadas, presentes y futuras de la madre.
En los terrenos emocionales no hay fronteras de espacio ni de tiempo y eso que a muchas madres de bebés recientes les resulta enloquecedor es simplemente porque tratamos de pasar a una lógica racional, y no buscamos comprender desde una lógica más sutil. Sería más fácil si nos ponemos la mano en el corazón en lugar de pretender explicaciones lógicas.
¿Una
madre que se dedica exclusivamente al cuidado de los hijos es excluida por la
sociedad?
La sociedad entera deja,
aísla, ignora a una madre que está organizando su vida, durante determinado
tiempo, para permanecer solamente al cuidado del bebé. Lo ideal es no
apartarse, juntarse con otras madres con niños pequeños, ir a todos los lugares
donde podamos ingresar con niños pequeños. A veces es complicado entrar a un
restaurante con bebés, pero también es cuestión de que cada vez más mujeres lo
hagan.
¿Qué
le pasa a una mujer durante el puerperio?
Cuando hablamos de “puerperio”
pensamos en algo feo y lo relacionamos con la depresión post parto. Sin embargo
es un tiempo mágico, de una conexión emocional extraordinaria, de la que no
solamente se beneficia la mamá sino también todos sus allegados. El marido de
una mujer puérpera tiene la posibilidad junto a su mujer de entrar en un
registro de sensibilidad, intuición y percepción realmente extraorindario, que pocas veces en la vida podrá tener
¿Cuánto
dura el puerperio?
El periodo puerperal dura entre
dos y tres años como mínimo. Es importante saber que mientras la madre
permanezca en fusión emocional con el niño, todos sus canales energéticos están
abiertos, tiene un alto nivel de sensibilidad y apertura emocional. Es un momento para enriquecerse no para temer.
Debido a su estado espiritual una mujer puérpera tiene que ser cuidada como un
diamante.
¿Cuánto
tiempo conviene esperar para tener otro hijo?
Una madre que ha amamantado
largamente y que ha permanecido en un contacto físico- emocional muy fluido con
el niño, podría no embarazarse antes de
los dos años de tener un hijo. Sucede que no va a tener la misma
disponibilidad, ni la misma entrega, física, emocional o sexual para el varón.
La naturaleza es sabia, por eso mientras el niño esté amamantado es difícil que una mujer se vuelva a embarazar. El gran problema que tenemos es que amamantamos menos tiempo a los niños, por lo tanto si están poco amamantados, los dejamos más tiempo, nos separamos más prematuramente, reanudamos las relaciones sexuales demasiado prematuramente, y los embarazos aparecen de la misma manera.
¿Los
bebés comprenden lo que les decimos?
El ser humano tiene la misma
capacidad de comprensión desde el día de su concepción hasta el día de su
muerte. Que los bebés no tengan la capacidad de formular en lenguaje verbal lo
que sienten, no significa que no tengan la capacidad de comprender. Los adultos
disponemos del lenguaje verbal, y podemos ponerlo al servicio de nuestros
niños.
¿Cuáles
son las funciones del padre y cuál es la importancia del rol paterno?
Para hablar del rol paterno,
también tendríamos que hablar del rol materno, y en realidad ninguno de
nosotros está en su rol. Ni siquiera la familia cumple con su rol, porque hoy
papá y mamá están demasiado solos para criar a los niños. En realidad, todo
depende de la madurez emocional con la cual los adultos llegamos a la
maternidad y a la paternidad.
Si somos más maduros, si
tuvimos mejores historias personales en nuestro pasado, si fuimos suficientemente
amparados y tenidos en cuenta, mirados,
cobijados y sostenidos o si indagamos en nosotros mismos, si hicimos un trabajo
de reconocimiento de nuestros lugares, quizás estemos en condiciones de prodigar
mejores cuidados a los hijos, en lugar de estar pendientes de nuestras propias
necesidades no satisfechas en el pasado.
¿Cómo
poner límites a berrinches y caprichos?
Un niño pide lo que necesita,
nadie pide lo que no necesita. Es posible, que
tanto niños como adultos pidamos desplazadamente cuando lo que estuvimos
pidiendo no fue escuchado. Si un niño pide de una manera que no nos gusta, por
ejemplo a través de un berrinche, es porque antes pidió algo que necesitaba y
que nosotros no supimos comprender. Entonces antes de enojarnos o de decidir si
tiene razón o no, tratemos de ver que es lo que el niño estaba solicitando.
¿Se puede conjugar mujer, madre y trabajo?
La realidad de un bebé siempre
es peor de lo que hemos imaginado cuando somos primerizas. El trabajo no es el
gran problema. El gran problema es la discapacidad que tenemos casi todos los
adultos para entregarnos según las necesidades del niño pequeño. Muchas veces
el contacto duele. La cercanía y el contacto emocional que pide el bebé es de
una dimensión que no podemos ofrecer. Por eso, muchas veces el trabajo se
convierte en nuestro principal refugio. Muchas madres preferimos ir a trabajar
que quedarnos en casa con el bebé, y esto no es una acusación. Pero el bebé merece
que esas madres tratemos de entender qué
nos pasa y busquemos ayuda.
El problema no es salir a
trabajar sino qué hago cuando llego a casa. De hecho la mayoría de las mamás
nos volvemos a escapar, porque sentimos que la calidad y la intensidad en el
vínculo que requiere el bebé son demasiado fuertes para lo que realmente
podemos tolerar.