Detienen a un gendarme en Orán, mano derecha del ex juez Reynoso
Desde la Justicia confirmaron la detención de quien era custodio del ex magistrado y habría estado al tanto de las maniobras para introducir nuevamente la droga secuestrada al mercado ilícito.
Detuvieron hoy en Orán al gendarme Gerardo Garrido, quien se desempeña como custodio del Juzgado Federal de aquella ciudad y fue mano derecha del ex juez Raúl Reynoso, sospechado de liderar una asociación ilícita que cobraba coimas a narcotraficantes a cambio de beneficios procesales.
Por orden de la Fiscalía Federal N° 2 de Salta se detuvo a Garrido, para su posterior declaración en el juicio que está siendo procesado el ex magistrado, según confirmaron fuentes de la Justicia.
El gendarme fue señalado en otras oportunidades por empleados del Juzgado como “el mano derecha” de Reynoso. “Garrido era el custodio del Juzgado pero también chofer y empleado personal del juez, le hacía trámites personales a él y a su familia como sacar turnos en el médico o comprar pan, parecía una empresa privada”, declaró el ex empleado José Antonio Fernández Martínez.
En una de las audiencias del proceso, un testigo protegido también apuntó contra el encargado de la seguridad del Juzgado. “Hacía tareas personales para Reynoso, un día me lo crucé en el banco y me dijo que estaba por depositar dólares que eran del juez”, expresó el testigo.
Según las investigaciones realizadas, el Ministerio Público Fiscal determinó que uno de los ejes de las actividades ilícitas que se llevaban a cabo en ese juzgado era la sustracción de los estupefacientes secuestrados, en ocasiones durante los fines de semana sustituyéndolos por otras sustancias, con el objeto de introducir la droga nuevamente en el mercado ilícito.
Los involucrados transportaban el estupefaciente en sus vehículos particulares, sin sufrir interrupciones en sus eventuales trayectos, en función de la “autorización” expedida por Reynoso.
Para esto, el ex juez colocó a personas de su extrema confianza (entre ellos el custodio Garrido) a cargo de los depósitos en los que se guardaban los estupefacientes secuestrados, sobre los cuales tenían amplio poder de disposición.
Por ello se requirió la detención del gendarme, petición que fue acogida por el Juzgado Federal N° 1 de Salta.