"Cuantos más días me dejen preso allí, más Lulas nacerán en este país", dijo da Silva que ya está preso en Curitiba
Una multitud de militantes intentó impedir que se entregue a la Justicia, pero el ex presidente ya cumple su condena de 12 años y un mes de prisión ordenada por el juez Sergio Moro.
Las calles estuvieron colmadas de militantes que trataron de impedir que el ex presidente Luiz Ignácio Lula da Silva se entregara ante la Justicia, pero finalmente la hora llegó.
El ícono de la izquierda latinoamericana quedó anoche preso en Curitiba donde cumplirá luego del fallo judicial que lo condenó a 12 años y un mes de prisión por corrupción.
La detención de Lula marcó el mayor hito -hasta ahora- de la operación Lava Jato que sacudió a Brasil y la región- El máximo candidato a las elecciones presidenciales de octubre quedó tras las rejas.
El ex Jefe de Estado, de 72 años, se mantuvo atrincherado en el sindicato de metalúrgicos de São Bernardo do Campo, que estuvo custodiado por miles de militantes que buscaron que la orden del juez Sergio Moro no se cumpla. Pero Lula ya había decidido entregarse y cumplir la voluntad. Tuvo un emotivo acto de despedida donde los militantes del Partido de los Trabajadores (PT) acompañaron con cánticos y banderas.
"Cuantos más días me dejen preso allí, más Lulas nacerán en este país", afirmó da Silva, en un tono épico. Entonces fue trasladado a la capital de Paraná en medio de un fuerte operativo de seguridad con camionetas blindadas, avión y helicópteros, hasta la superintendencia de la Policía Federal de Curitiba donde, desde ayer, empezó a cumplir su condena. En las afueras del edificio hubo bombas de estruendo para dispersar a los manifestantes.