Ulm: “cuando uno tapa una imagen o la despinta es que quiere afirmarse en el silencio ante eso que se muestra en la imagen”
El filósofo Hernán Ulm analiza la vandalización de las imágenes de los pañuelos de las Madres en Salta. Habla, también, de la banalización de la muerte, el cine de superhéroes y de Netflix.
Se acerca un nuevo Coloquio Internacional sobre Arte Contemporáneo en la provincia. Pensadores de Chile, Brasil, y de distintas provincias argentinas llegarán a Salta para pensar el arte. El evento, que se realiza por sexta vez consecutiva, es la excusa perfecta para dialogar con el filósofo y profesor Hernán Ulm.
El encargado de las cátedras de Historia del Arte y de Estética de la Universidad Nacional de Salta pasó por la redacción de La Gaceta junto al artista Roly Arias, con quien participa de una muestra fotográfica, donde se aborda y se reelabora La Piedad, de Miguel Ángel. Esa charla se puede leer acá y está relacionada con el siguiente diálogo.
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- Hay, creo, una “infantilización del espectador, especialmente en el cinematográfico. Hoy las películas están hechas para que sean consumidas tanto por chicos de 8 años como por un adulto y lo extraño es que tenés a un nene como a un hombre preocupados por lo que le puede pasar a Thör…. “Qué pasa con esto de hacer un producto que englobe a todos.
Ulm: -Es la trampa de la democratización, también: “Todos tienen que participar, todos tienen que estar”. Esa especie de indiferenciación generalizada, que se produce en el mundo contemporáneo. Es un hecho fundamentalmente de comunicación. Creo que eso marca bien la diferencia entre una acto meramente comunicativo y formativo y lo que es el arte. El arte no es una experiencia igualadora, es una experiencia de diferenciación. Ojo: de una diferenciación no jerarquizada. No se trata de ser iguales o diferentes, sino de las jerarquías que establecemos ante los sistemas de igualdad o de diferenciación. Entonces me parece que el arte en ese sentido es un sistema de diferenciación no jerarquizada. Lo que pasa con estas películas o con estos fenómenos artísticos es que tienen una homogenización indiferenciada, que tiene que ver con lo anterior, en el sentido de destituir la posible articulación política que podemos tener ante lo que nos pasa. Cuando no hay modo de diferenciar la forma de apropiación que podemos tener de una cosa es porque se ha perdido el horizonte de sentido que le da lugar a un acontecimiento. Entonces una película como Thör… Podemos hablar mal de más películas, a ver…
-En estos días estrena The Avengers y todo el mundo va a ir masivamente a verla…
Ulm: -Es que son objetos de consumo. Tal vez uno podría reducir esto: son productos, no son obras de arte, son productos de consumo. Entonces, no es diferente Thor que una Coca Cola. La puede consumir un señor de 70 años (a menos que tenga diabetes) pero los productos de consumo están hechos para que los consumamos todos. Justamente tienden a indiferenciar al consumidor, lo que buscan son consumidores, no son para receptores estéticamente constituidos. Estas películas o cualquier producto de la industria cultural, estoy haciendo comillas, lo que hace es buscar consumidores no receptores estéticos. ¿cuál es el secreto del consumo? Que la mayor cantidad de gente lo degluta, que veas Thor como te tomás una Coca-cola, que veas una película de Campanella y sientas satisfacción, que te vayas bien con vos mismo, que puedas reconocer tu moral pequeña burguesa satisfecha. Los sentimientos acomodados. ¿Quién puede decir que no le gusta la Coca Cola? Qué tipo de ser despreciable es aquel al que no le gusta la Coca Cola. Bueno, qué tipo de sujeto despreciable es aquel al que no le gusta El secreto de tus ojos. No te puede no gustar. Me parece que ese es otro criterio interesante. Cuando algo no te puede no gustar: eso es un objeto de consumo. “Eh, cómo que no te gustó El secreto de tus ojos, qué sos, un perverso, un degenerado, ¿no? A todos nos gusta”. El consumo pasa por ahí, no puede no gustarte.
"Aby Warburg mostraba que lo que pasa con las imágenes es que son portadoras de una energía que excede la capacidad del lenguaje. Las imágenes nos hacen ver cosas que el lenguaje mismo no se atreve a nombrar".
- La palabra consumo también me remite a las series. Las personas se dan atracones de series. Ven un capítulo detrás de otro. ¿Pero el arte no necesita de poder detenerse, alejarse y pensar?
ULM: -Sí, claro. Fíjate que lo que consiguen es que la gente no salga de sus casas. Es clarísimo: mientras más series-Cocacola puedas consumir, menos vas a salir de tu casa para ver qué pasa en el mundo exterior. Las series de Netflix en ese sentido son buenísimas. Cumplen el objetivo para las que están diseñadas: que vos no salgas de tu casa y que cuando hables con otro hables de la serie que estás consumiendo, ya no hablás de otra cosa. Hablás de qué tan buena fue la coca cola que te consumista durante el fin de semana. Ya no salís el fin de semana. Eso forma parte de una lógica generalizada. Igual que con el fútbol televisado: no vayas a la cancha, quedate en tu casa, porque si vas a la cancha es peligroso, vas a tomar vino, vas a coquear, te vas a exaltar, te vas a agarrar a las piñas con alguien, vas a insultar a la ley; entonces lo mejor es que te quedes en casa mirando el partido por televisión. Con Netflix para lo mismo: no vayas al cine porque es peligroso, te van a asaltar, te pueden robar la tarjeta. Si salís de tu casa te van a pasar cosas horribles, entonces lo mejor es que no salgas. Netflix es un gran dispositivo de encierro elegido. De encierro querido. Es una esclavitud deseada. Nos han obligado a desear quedarnos encerrados. Eso es maravilloso: que deseemos no salir, que deseemos quedarnos en casa tirados.
-Y te da status…
Claro. Además te da status: tengo netflix. Ya lo viste todo y por Facebook e Instagram podés spoilear la serie a tus amigos que todavía no las vieron y arruinarles la vida digital a las personas. Pero, claro, Netflix… creo que desde finales del siglo xx, con la aparición de internet, lo que es interesante es esta paradoja: el mundo se ciberespacía en las pantallas y uno está encerrado en sus hogares. Para la clase pequeña burguesa media. Justamente lo que ignoramos es lo que pasa en el espacio no ciberespaciado de las clases menos favorecidas por el sistema.
- Pensaba en la importancia de las imágenes, de algunos símbolos. Y lo pensaba especialmente cuando fueron las pintadas de pañuelos en la ciudad y un grupo de personas disfrazadas de gauchos las borraron, en la plaza Belgrano. ¿Por qué una pintada tiene tanta fuerza para lograr sacudir a una sociedad?
Ulm: - Tengo que escribir el artículo. Ayer discutimos esto en clase justamente. Lo primero que llama la atención es el miedo a la imagen. Ese miedo visceral a la imagen que tienen algunas personas. ¿Por qué le tenés tanto miedo a un poco de pintura blanca tirada en el piso? Qué es lo que hay ahí que a vos, que no tiraste pintura blanca en el suelo (porque al fin y al cabo es solo pintura blanca en el suelo) qué te puede ocasionar, qué temor te asalta cuando ves esa imagen. Es interesante cómo se reaviva en estas situaciones un debate que viene desde principios… para nuestro judeocristianismo viene desde principios del cristianismo. La fuerza de la que son portadoras las imágenes. En el odio a las imágenes, en ese impulso por volver a repintarlas, por taparlas, por negarlas, por ir de noche a taparlas – no es un hecho menor que hayan ido de noche a taparlas, porque también de noche se iba a buscar a las personas en la década del 70, lo hacían de día también porque era bastantes impunes, pero la noche siempre da como una cobertura de mayor impunidad- entonces no es menor que hayan ido de noche a tapar las imágenes. Ahora, qué le pasa a alguien, qué es lo que está reconociendo sin saberlo cuando reconoce que esa imagen tiene tanta fuerza. Por qué va a profanar esas imágenes, por qué esas imágenes resultan para él una suciedad… eso es otra cosa interesante en los discursos que surgieron, que la pintura blanca sea lo sucio, hay que limpiar de lo blanco. Son curiosidades del discurso salteño contemporáneo. El discurso del salteño contemporáneo no deja de maravillarnos con sus intervenciones públicas. Y a propósito del discurso, porque no creo que sea una persona y otra, es un enunciado. Creo que hay algo en las imágenes que lastiman, que hieren. Que tiene una fuerza política, una energía que transporta algo que el lenguaje no puede enunciar. Aby Warburg, el historiador de arte, mostraba eso, que lo que pasa con las imágenes es que son portadoras de una energía que excede la capacidad del lenguaje. Las imágenes nos hacen ver cosas que el lenguaje mismo no se atreve a nombrar. Entonces creo que lo que pasa cuando uno tapa una imagen o cuando la repinta o despinta es que quiere afirmarse en el silencio ante eso que se muestra en la imagen. No es un acto menor. Claro que es anecdótico: una persona va y tira pintura blanca y otro va y tira pintura negra. Y pueden estar así por mucho tiempo… es interesante para que hagamos un trabajo fotográfico y veamos cómo quedó ahora, un especie de palimpsesto de pinturas, porque si mirás atentamente seguís viendo el pañuelo blanco abajo. Lo cual refuerza el carácter fantasmático de la imagen, ¿no? No hay cómo taparlo. Vos vas ahora a la plaza y vas a notar que hay una diferencia en el suelo y lo que han repintado. Es como la presencia de un fantasma que no has podido conjurar. Los tipos no han podido conjurar ese fantasma. Lo vas a pintar y el fantasma sigue ahí: sigue pulsando en la imagen. Creo que eso es lo interesante del fenómeno.
El coloquioEl Sexto Coloquio internacional Perspectivas en torno al arte contemporáneo está organizado por el Instituto de Investigación en Cultura y Arte (IICA), dependiente de la Secretaría de investigación de la Unsa y el proyecto de investigación 2168, del Ciunsa. Y cuenta con los auspicios de la Facultad de humanidades, la subsecretaría de cultura de la municipalidad de salta y algunas empresas privadas.
La idea es como los otros años, tratar de poner en perspectiva cuál es la actualidad del arte contemporáneo, en sus dimensiones sociales, políticas, artísticas.
“Tratamos de mostrar un amplio panorama de esas perspectivas posibles en torno al arte, tanto por el punto de partida teórico de los invitados, como por los objetos con los que trabajan y también por el lugar desde el que producen conocimiento. Este año van a venir investigadores de Chile, Brasil, Córdoba, Neuquén y Buenos Aires.
Es libre y gratuito. Acá podés leer todo el programa de actividades.