Cómo y cuándo volverá a funcionar el Sanatorio El Carmen después del incendio
Esta semana volverían a funcionar todos los servicios ambulatorios y la próxima semana los sectores de internación y terapia intensiva.
"La sensación de impotencia es enorme", dice Ernesto Sierre, director del Sanatorio El Carmen, a pocas horas del incendio que terminó con más de 40 pacientes evacuados, la terapia intensiva clausurada y una investigación que todavía no determinó las causas de la explosión que el viernes al mediodía conmovió al microcentro salteño.
El neurocirujano, que desde hace casi un año dirige el sanatorio, nombra todo el tiempo al personal, a los médicos, enfermeros, técnicos, asistentes y administrativos que se pusieron a disposición de los pacientes y en menos de media hora lograron contener lo que parecía una desgracia en ciernes.
"Tuvimos un incendio que estuvo localizado en el área de recuperación cardiovascular, que es anexa a la terapia intensiva, y donde se recuperan en el posoperatorio los pacientes de las cirugías cardiovasculares", explica Sierre a LA GACETA y agrega que en el momento del siniestro no había nadie ocupando las dos camas disponibles en esa área, entre la terapia intensiva y el quirófano.
Las pericias de bomberos y de la fiscalía que investiga el caso todavía no determinaron las causas de la explosión que afectó el lugar, y Sierre prefiere ser cauteloso cuando se trata de hablar de responsabilidades. "Estaban haciendo reparaciones de mantenimiento. No sabemos qué era, porque fue dentro de la terapia intensiva y es un servicio tercerizado, que trabaja hace 30 años con el Sanatorio", agrega y dice que no conoce qué tipo de arreglos se estaban haciendo en el lugar.
"La responsabilidad no era lo más importante para nosotros en los primeros días. Primero fue evacuar a los pacientes, quienes fueron derivados a clínicas privadas y públicas. Luego a los cuatro empleados del sanatorio que fueron internados por precaución esa noche por la inhalación de gases", cuenta. "La segunda prioridad es volver a recomponer el sanatorio, que tiene más de 50 años y donde se realizan todo tipo de prestaciones de mínima, media y alta complejidad. Estamos esperando la pericia para ver qué pasó", agrega.
Según Sierre, las primeras versiones que hablaban sobre una explosión de una garrafa o de tubos de oxígeno fueron falsas. "Eso no existe en el sanatorio. Los tubos de oxígeno se utilizan para asistir a pacientes en traslados y en esa habitación no había. El sanatorio tiene un sistema de oxígeno central al igual que la aspiración. Cada habitación de terapia intensiva y las habitaciones con oxígeno, al quirófano y la guardia va por tuberías de oxígeno con un abastecimiento central. Los tubos se utilizan para el traslado de terapia a quirófano, o el movimiento. En ese lugar no había tubos, lo que sí había era oxígeno central", explica.
Mientras continúan las reparaciones y la limpieza del lugar, el servicio ambulatorio de atención en consultorios comenzó este lunes a atender a pacientes, mientras se espera que en los próximos días se retome el servicio de diagnóstico por imágenes y todos los servicios ambulatorios. "El edificio tiene el daño en el área de recuperación y terapia intensiva, en el primer piso. El resto del sanatorio no sufrió ningún tipo de daño", dijo.
"Realmente es una sensación de impotencia enorme", repite Sierre y agrega que en los últimos meses se estuvieron realizando obras en la nueva sala de terapia intensiva, que contará con 16 nuevas camas en el último piso del edificio. "Es un esfuerzo muy grande. Es uno de los sanatorios más reconocidos de la ciudad, el primero en realizar cirugías cardiovasculares, donde se hizo el primer trasplante cardíaco en Salta, trasplantes renales, cirugías de alta complejidad, neurocirugías. Estábamos haciendo un montón de obras para mejorar ediliciamente. Es muchísimo trabajo a pulmón, con mucho esfuerzo, y a partir de este esfuerzo nos abocamos al edificio. Que en medio de semejante esfuerzo pase algo así, da una enorme impotencia", concluye.