El fracaso millonario de Salta Basket, un dolor de cabeza para el gobierno
Con el descenso consumado del equipo franquicia de “Los Infernales”, surge inmediatamente la incógnita de la cantidad de dinero aportado por las autoridades provinciales.
A fines del 2017 LA GACETA publicó un trabajo de investigación con respecto a la erogación que realizó el Gobierno de la Provincia para solventar y apoyar el proyecto de Salta Basket en La Liga Nacional, y con el descenso concretado anoche se viene un replanteo y un mar de críticas por el dinero destinado a la franquicia en el torneo más importante del país.
Desde que se decidió comprar la plaza para participar en la LNB, surgieron dudas sobre si era un proyecto redituable y si podría tener un rédito para esta disciplina en Salta. Más allá de la participación en un torneo nacional del sub 15 con un tercer puesto en diciembre, y de la apertura la Asociación Salteña de Básquetbol, este proyecto terminó con un fracaso rotundo.
Se sabía que esta idea podía tener contras e imponderables, pero fue una inversión muy grande del gobierno de Juan Manuel Urtubey, que se vio seducido e ilusionado por encarar este desafío de apoyar a un equipo salteño en lo que no pudo conseguir el fútbol, en virtud de que no se pueden comprar plazas en la Súper Liga como sí sucede en el básquetbol.
De hecho se otorga mucho dinero mensualmente en el deporte en Salta, con un aporte muy importante para los equipos de Central Norte, Juventud Antoniana y Gimnasia y Tiro; pero los fracasos se siguen consumando en forma repetida.
Se apuesta a traer eventos internacionales cono Los Pumas en la Championships, las selecciones argentinas de Vóley y se podría la de fútbol, pero el deporte de nuestra provincia sigue estancado y sin saltos de calidad.
De acuerdo a los números que se supieron al comienzo de la temporada de Salta Basket, este proyecto demandaría aproximadamente $ 20.000.000, de los cuales el Gobierno se haría cargo de un porcentaje importante, y con los resultados a la vista, de un equipo que se fue al descenso, son pesos que se invirtieron mal. ¿Y ahora qué?