Según la familia de Agustina, “lo único que hace la Iglesia es seguir protegiendo a Gamboa”
Florencia Arias, hermana de la joven, opinó sobre el comunicado que monseñor Cargnello emitió ayer sobre el caso.
El domingo pasado en su cuenta de Facebook, Agustina Gamboa Arias contó que es hija del sacerdote salteño Carlos Gamboa y que durante sus 18 años vivió bajo el manto de la negación y el ocultamiento. Dos días más tarde, la Iglesia emitió un comunicado donde se pronuncia al respecto.
Para la familia de Agustina no fue una respuesta sino un discurso que sigue tapando la realidad con palabras poco claras y antiguas. “Si el comunicado no me hubiera llegado por Whatsapp parecería que vivimos en el medioevo. Para nosotros no fue una respuesta. Lo único que hace la Iglesia es seguir protegiendo a Carlos Gamboa porque no lo nombra y a Agustina ni siquiera le pide disculpas por un daño que para ella es irreversible”, manifestó Florencia Arias, hermana de Agustina.
Entre otras palabras, el texto firmado por monseñor Mario Cargnello, pide perdón “a Dios y a todos los hermanos por el dolor y el escándalo suscitado por la noticia”. En el tercer párrafo el Arzobispo de Salta manifiesta su intención de “restañar las heridas causadas a Agustina” y se compromete a entregar el caso al Promotor de Justicia de la Arquidiócesis. Cierra con el deseo de “santificación” de los sacerdotes y un pedido de oración por ellos.
Para la Iglesia, el testimonio de Agustina desató un escándalo mientras que para su familia es la salida a la luz de una hija oprimida, negada y ocultada. “Ellos tienen un escándalo adentro porque nosotros celebramos que se haya levantado el manto de silencio cobre los curas que tienen hijos y que no se hacen cargo”, remarcó Florencia. “La Iglesia y Gamboa fueron ágiles para ocultar a Agustina”, agregó.
“Todo lo que mi hermana cuenta en su carta es cierto y nosotros, su familia, la apoyamos siempre porque tuvo la fortaleza de contarlo. Lo que ella hizo simboliza la lucha de las mujeres por nuestros derechos y muestra la doble moral de la Iglesia, que tiene un discurso patriarcal que persigue y estigmatiza sobre todo a las mujeres”, finalizó.