Cardiopatía congénita: los controles prenatales son imprescindibles

TUCUMÁN.- Uno de cada 100 bebés nacen con cardiopatía congénita. En la Argentina, son unos 7.000 por año. Y es la segunda causa de muertes por falta de diagnóstico, resalta Belén Heredia García, de la ONG Renacen Corazones. Ella, que tiene 30 años, fue una de las bebés que hoy puede contar la historia. ¿Lo bueno? Con ecografías bien hechas, y desde las 12 semanas de embarazo, pueden diagnosticarse temprano, con lo cual se pueden tratar a tiempo y minimizar las secuelas.

“Lamentablemente, eso en Tucumán no es frecuente -resalta Alejandra Segovia, cardióloga pediátrica del Hospital de Niños-. La mayoría de las veces, se detectan después del nacimiento”. Por eso es importante, resalta Belén, lograr la sanción de la Ley Cardio, que espera en el Congreso. “El objetivo principal es garantizar el diagnóstico precoz para que el bebé nazca en un hospital de alta complejidad, y que el Estado garantice el tratamiento y el posterior control de las afecciones”, cuenta y añade: “porque necesitamos atención, controles y a veces medicación de por vida”. También se busca capacitación específica de médicos y ecografistas para la búsqueda sistemática y que el ecocardiograma del feto se haga práctica de rutina, entre la semana 18 y la 24 del embarazo, agrega Belén.

“Provincias como Santa Fe, Entre Ríos y Misiones ya sancionaron sus leyes provinciales, que establecen el diagnóstico prenatal cardiológico”, añade la doctora Segovia.

De qué hablamos

Las cardiopatías congénitas son anomalías en la estructura y/o en el funcionamiento del corazón y existen más de 50 tipos.

“Del 1% de los bebés que nacen con esa condición, el 80% necesita cirugía antes del año de vida -describe Rubén Toledo, jefe del servicio de Cirugía Cardiovascular del Hospital de Niños-. Y la mitad debe hacerse antes de que cumplan un mes”.

Otra buena: muchas de esa cirugías se realizan en el hospital.