Cómo fueron los cambios dentro de la Iglesia, sobre los delitos sexuales
De Juan Pablo II al Papa Francisco, los delitos sexuales perpetrados por sacerdotes fueron tratados de diferentes maneras.
El allanamiento al Arzobispado de Salta que se realizó ayer jueves en la ciudad fue un hecho inédito en Argentina. Es la primera vez que se allana un arzobispado por crímenes sexuales. Antes, se había hecho pero por crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura militar.
Allanaron el Arzobispado de Salta por un caso de abuso sexual
En estos últimos veinte años el Vaticano cambió la política en estos casos puntuales de delitos sexuales: “Juan Pablo II pensaba en `no entregar a nuestros hijos al escaño del mundo´ y juzgaba a los sacerdotes por estos casos de manera muy dura porque se consideran imprescriptibles dentro de la Iglesia. Con Benedicto XVI, se modificó la política, él decía `hay que sacar toda esta lacra de la Iglesia y pedir la colaboración a la justicia penal de cada Estado en donde se producía un hecho´. El Papa Francisco fue más allá y propuso no encubrir ningún delito y cooperar dignamente con la justicia local”, explica Felipe Medina, licenciado en ciencias religiosas por la Universidad de Santiago del Estero.
Marca un antecedente el allanamiento del Arzobispado, según víctimas de abusos sexuales
Ahora se traslada las investigaciones de la Justicia Canónica a la Justicia Penal de cada Estado. Para esto monseñor Mario Cargnello adhirió a la propuesta de Benedicto XVI y Francisco y emitió un protocolo que indica que los sacerdotes son ciudadanos argentinos y deben someterse también a las leyes argentinas. “Esto es un cambio muy importante en la política de la Iglesia”, explicó Medina.
Emilio Lamas vuelve a ser sacerdote
El allanamiento no fue sorpresivo porque se entiende que es así ahora. “No hubo ni hay encubrimiento porque este tipo de investigaciones se manejan en la Sagrada Congregación de la Doctrina de la Fe, en el Vaticano. Allí se realiza la investigación canónica y se da parte luego a la Justicia Penal de la ciudad que corresponda”, explicó Medina y agregó: “Este cambio, muy radical dentro de la Iglesia, determina que una denuncia por delitos sexuales se inicia ahora en la Justicia Penal y en la Canónica, es decir, dentro de la Iglesia”.
Los denunciantes del cura Emilio Lamas temen que el caso quede impune
Con respecto al expediente eclesiástico completo del sacerdote Lamas, que son dos cuerpos, explicaron que era información que no pertenecía al diócesis, “por eso no se entregaba, no porque no se querían hacerlo”, recalca el especialista en el tema.