Un Congreso para el diálogo y el acuerdo
"Necesitamos grandes acuerdos que exigirán apertura y tolerancia ante la diferencia, capacidad de escucha y voluntad de entendimiento".
LA TRANSICIÓN. A principios del mes pasado, Sergio Massa mantuvo un encuentro con Emilio Monzó, el saliente presidente de la Cámara Baja.
Por Sergio Massa, diputado nacional electo por el Frente de Todos por Buenos Aires.
El Congreso es, por su propia naturaleza, una institución democrática. Allí confluyen los y las representantes de todos los argentinos y argentinas, quienes, por mandato popular, tienen la importante labor de pensar y votar las leyes que nos rigen.
El Congreso es, también, un laboratorio de ideas. Los diputados y senadores -con la inestimable ayuda de asesores técnicos y funcionarios- tienen la enorme responsabilidad de pensar soluciones para los problemas del país y ofrecer respuestas a las demandas ciudadanas.
En tercer lugar, el Congreso es un espacio de diálogo y debate. Allí se intercambian puntos de vista, se confrontan ideas y discuten proyectos, se argumentan y defienden posiciones, se articulan discursos, se llega a consensos y acuerdos.
Este es, en teoría, nuestro Congreso. Así es como tiene que ser, y como queremos que sea. Sin embargo, en estos últimos cuatro años, el Gobierno saliente hizo todo lo posible para entorpecer su labor y llevó la estrategia de la grieta al Congreso para crear espectáculo, sin interés y vocación real por el diálogo y la deliberación. Tenemos que aprender que una oposición que propone y acuerda no es una oposición que se entrega y que un gobierno que pide consensos no es un gobierno débil. Por eso, nuestro objetivo debe ser construir entre todos un Congreso que supere la grieta, un Congreso posgrieta. Debemos hacer que el debate, con virtud, ideas y honestidad, vuelva a su lugar de origen y el lugar del donde nunca se tendría que haber ido: el Congreso.
Un Congreso comprometido también con la transparencia y la innovación, entendiendo la labor legislativa como un servicio para todos los ciudadanos y las ciudadanas argentinas. Una transparencia activa y de fácil acceso, junto con una mirada y propuestas innovadoras y creativas, serán los motores para que el objetivo principal del debate sea trabajar para llegar a grandes y profundos acuerdos, superando las políticas egoístas y cortoplacistas.
Es el momento de plantear con seriedad y responsabilidad cuál es el rumbo que queremos fijar para los próximos años y cuáles son las políticas de Estado que nos ayudarán a lograrlo. Entre todos debemos cocrear y codecidir el futuro del país.
Para esto, vamos a requerir el compromiso y esfuerzo de todo el arco político. Necesitamos grandes acuerdos que exigirán apertura y tolerancia ante la diferencia, capacidad de escucha y voluntad de entendimiento. Seguro no será fácil, ni rápido, pero será un objetivo compartido por todos y todas los que participaremos del nuevo Congreso, porque los argentinos y argentinas se lo merecen.
Sabemos que es una gran responsabilidad, pero es también una enorme oportunidad de madurez nacional. Argentina tiene que pensarse para avanzar. Y no habrá, para eso, mejor lugar que el nuevo Congreso. Un espacio abierto, plural y moderno ya que en el disenso respetuoso y en la búsqueda de políticas de estado está el camino para superar las frustraciones de la sociedad argentina, la falta de resultados en la calidad de vida de nuestra gente. Tenemos, en definitiva, el desafío de la construcción de políticas de Estado para darle, de una vez y para siempre, certezas a largo plazo a los argentinos. Es mi compromiso, esa será mi tarea y mi propósito.
Una tercera fuerza: conversaciones entre los parlamentarios
¿Emerge una tercera vía en la Cámara de Diputados?, se pregunta el sitio especializado Parlamentario.com a partir de las negociaciones para conformar un interbloque donde confluirían representantes de distintas provincias y fuerzas políticas. El objetivo es disputar espacios de poder en las comisiones y terciar en las votaciones, en el escenario de un recinto hiperpolarizado. En la previa de la jura de los diputados electos, que será el miércoles, se formalizaría una alianza cuya figura principal sería la reelecta Graciela Camaño, que integrará el espacio Consenso Federal junto a su compañero de lista, Alejandro “Topo” Rodríguez, el bonaerense Eduardo “Bali” Bucca y el salteño Andrés Zottos, dice el portal.
Cómo queda el cuerpo: la polarización que se viene
Todos los bloques de Diputados deberán tener definidas a su conducción antes de la sesión preparatoria del miércoles próximo, cuando además de jurar los legisladores electos el 27 de octubre se designarán las autoridades de ese cuerpo. El nuevo oficialismo se llamará como en la campaña electoral Frente de Todos y funcionará como un bloque unificado en lugar de interbloque. Tendrá 110 diputados, aunque sumarán alianzas. Juntos por el Cambio, en tanto, seguirá funcionando como un interbloque en el que la bancada mas numerosa será la del PRO, con 52 miembros, seguida por la de la Unión Cívica Radical (UCR) con 47, y la Coalición Cívica con 14.
Paridad de género: Máximo Kirchner y el reparto de comisiones
El diputado Máximo Kirchner, que se convertirá en el jefe del bloque unificado del Frente de Todos, impulsará que las comisiones correspondientes a su espacio estén en manos de hombres y mujeres por igual. El líder La Cámpora ya avisó que las presidencias se repartirán teniendo en cuenta la paridad de género. De las 45 comisiones permanentes que hay, más de la mitad son conducidas por varones. La fuerte polarización de Diputados anticipa una distribución pareja de las comisiones, pero se da por descontado que el FdeT manejará algunas clave como las de Asuntos Constitucionales, Presupuesto, Legislación General, Legislación Penal y Relaciones Exteriores.