Boca y River, mano a mano por el título
A falta de cinco fechas para el final, todo parece reducirse a los dos equipos más importantes.
La locura desatada en las tribunas del Monumental cuando Ignacio Scocco consumó su obra (de arte) para bajarle el telón a la tortuosa victoria sobre Central Córdoba se vio atenuada unas horas después cuando en el Mario Kempes el equipo de Miguel Russo dijo presente en una parada brava ante Talleres.
Lo que lucía como un aparente sprint en solitario de River hacia el título de la Superliga (inédito en la era Marcelo Gallardo) se transformó –goles de Sebastián Villa y Carlos Tevez mediante- en un posible mano a mano entre los dos más grandes de Argentina en la recta final de cinco fechas que restan de competencia.
Estaría dentro de la más pura lógica, teniendo en cuenta la kilométrica distancia que separa la jerarquía de planteles de River y Boca con el resto. Lanús dio muestras de que quizás pueda terciar. Argentinos viene en pendiente. El viernes se miden entre sí en La Paternal. Si hay un perdedor, quedará seguramente fuera de la pelea.
”Millonarios” o “Xeneizes”, ¿quiénes llegan mejor a la hora de la verdad? El equipo de Gallardo parece tener todos los boletos. Porque llega con aire en la tabla (le basta con ganar cuatro de cinco, para asegurarse como mínimo un desempate) y sobre todo porque viene en racha ganadora y ascendente.
LO NECESITA. Scocco hizo un golazo ayer y será clave para River.
El “Muñeco” –quién duda que es la principal arma de River en los últimos años- le encontró rápidamente la vuelta a la partida de Exequiel Palacios con la línea de tres zagueros centrales y ambos laterales volcados con más decisión aún al ataque.
Con el paraguayo Robert Rojas actualizando el recuerdo de Daniel Passarella, un Enzo Pérez capo de la zona media, la soberbia técnica de Matías Suárez y la cuota goleadora de Rafael Borré, River borró fantasmas en la tórrida tarde del domingo. Jugando con diez casi todo el partido, volvió a dar muestras de que la dolorosísima derrota ante el Flamengo no hizo mella.
Boca es, todavía, un equipo en construcción. Nuevo técnico, nueva vida. Al menos para varios jugadores que no eran titulares o que dudaban de serlo con el anterior entrenador. Russo, además, aporta mentalidad agresiva. El “Xeneize” que con Gustavo Alfaro maullaba como un gatito, en Córdoba metió algunos rugidos de león que alientan la ilusión de sus hinchas de dar pelea hasta el final.
Villa, obnubilado y todo, no parece que pueda faltar, a Tevez se lo nota mucho más cómodo, Eduardo Salvio aporta clase, más allá de que no sienta la marca. Después hay todavía muchos interrogantes que deberá despejar el entrenador. El choque ante Atlético, el sábado, será clave: ahora es Boca el que está en condiciones, con una eventual victoria, de meterle presión al gran candidato.
¿El fixture? Depende de cómo se lo mire. Pero teniendo en cuenta los rendimientos actuales de los rivales que tocan y sus partidos de local, el “Xeneize” aparentemente la tiene un poco más leve. Claro que al “Millonario” le sienta muy bien jugar de visitante, y la obsesión de un demorado título de liga lo hace muy confiable.
¿River o Boca? ¿Mano a mano hasta el final? Algunos ya se animan a pensar en otro partido definitivo, en cancha neutral, con un título en juego.