Molestias y ninguneos en el Concejo por un veto de Bettina Romero
El Ejecutivo descartó un proyecto aprobado por los ediles en el marco de la emergencia sanitaria y el cortocircuito político parece insalvable.
Las repercusiones que generó el discurso de Gustavo Sáenz ante la Asamblea Legislativa evidenciaron que la grieta política en la provincia sigue vigente. A nivel municipal la situación no varía. Desde un primer momento las relaciones entre los concejales –en su mayoría saencista- de la Capital y la intendenta Bettina Romero no fueron del todo buenas y con el correr de los días esa situación se agrava.
El veto impuesto por el Ejecutivo Municipal a la Ordenanza N° 10.767 no hizo más que molestar a una importante cantidad de ediles. “En lo personal me sentí desplazada”, aseguró María Mora Cruz.
El discurso de Sáenz evidenció que la grieta política sigue latente en Salta
A través de esa iniciativa, aprobada en la última sesión especial, los concejales capitalinos buscaron otorgar al municipio las herramientas necesarias para trabajar y colaborar en la prevención del coronavirus. La iniciativa disponía la adhesión al Decreto de Necesidad y Urgencia N° 250/20 del Gobierno de la provincia de Salta y la declaración del estado de emergencia sanitaria en el ámbito de la ciudad de Salta, por el plazo de seis meses.
Entre los argumentos esgrimidos por el Ejecutivo se detalla que el brote de COVID-19 no requiere asumir como propias potestades o competencias originalmente encomendadas al Concejo Deliberante sino, por el contrario, lo único que requiere es que la Intendenta ejecute o ejerza las potestades y competencias atribuidas al Departamento Ejecutivo por la Carta Municipal y las ordenanzas vigentes, las cuales encomiendan a este último atender y proteger la vida, la salud, la integridad física y la seguridad de los ciudadanos.
A pesar de estas consideraciones, desde el bloque ‘Salta tiene futuro’ levantaron la voz y lamentaron lo sucedido, entendiendo que la ordenanza y el comité de crisis que creaba eran necesarios para superar esta situación sanitaria.
“Como legítimos representantes de los vecinos necesitamos que nuestra voz se escuche porque para eso nos votaron, para defenderlos, para acompañarlos, para trabajar por cada uno de los vecinos”, expresa el comunicado.
“Estamos convencidos que de esta crisis se sale trabajando todos juntos, buscando los puntos de entendimiento y de encuentro, sin egoísmos políticos, renunciando a posturas caprichosas y unilaterales y el que así no lo entienda no está interpretando cual fue el mandato que le dio la gente”, sostiene la publicación.
En diálogo con LA GACETA, la edila Mora Cruz agregó que molestó la forma en la que se dio todo esto y teniendo en cuenta que los concejales ya habían formado parte de una reunión de dicho equipo de crisis.
La dirigente del bloque ‘Yo Participo’ reconoció que el gobierno municipal viene trabajando bien en materia sanitaria con el desmalezado de espacios verdes y la desinfección de calles para combatir el coronavirus, pero remarcó que la intendenta Romero no cumple su palabra. “Cuando asumió nos invitó a trabajar juntos y nos pasa que pedimos hablar con funcionarios y no nos escuchan, cuando debemos trabajar conjuntamente”.
Jorge Altamirano prefirió bajar el tono de los cuestionamientos y llamó a sus pares a seguir trabajando. El concejal oficialista reconoció que desde el municipio se esgrimieron cuestiones legales para avanzar con el veto. “Hay quienes sienten que no se los respeta como concejales, pero son cuestiones de susceptibilidad que después se hablarán. El vecino hoy necesita que trabajemos y el que quiera hacerlo lo hace, esto no pasa por un papel”, enfatizó el dirigente.