Pandemia de coronavirus: en el paraíso del fútbol no hay lugar para todos
Tevez dijo que los jugadores pueden vivir un año sin cobrar, pero según sus colegas no es así.
PRIVILEGIADO. Carlos Tevez jugó en varios equipos importantes y tuvo un paso por el fútbol chino, donde ganó mucho dinero. telam
Coronavirus. Una palabra que genera temor en cada rincón del planeta. Miedo al contagio y a las consecuencias económicas. Desde que se desató la pandemia la mayoría decidió profundizar los cuidados con un aislamiento general para proteger la vida de las personas. Otros optaron por aplicar recetas más suave para no causar daños irreparables al sistema económico, aunque el enemigo tan temido les torció el brazo. Muchos cambiaron la estrategia cuando el daño estaba hecho. Sin embargo, el debate sigue en el tapete. En medio de esa discusión aparecen los que recomiendan rebajar sueldos y los que se oponen a esa medida. En el fútbol argentino, Carlos Tevez encendió la mecha. “El futbolista puede vivir un año o seis meses sin cobrar”, aseguró el ídolo de Boca, quien por estas horas recuperó la imagen ganadora luego de anotar el gol que le otorgó el festejado título a su equipo en la última Superliga. ¿Tiene razón? ¿Puede un futbolista vivir tanto tiempo sin percibir sus haberes? Algunos sí. Pero ellos pertenecen a una franja pequeña. La mayoría hace de la actividad futbolera su medio de vida y necesita el sueldo para subsistir.
Vivir al día
La discusión, que en otro momento hubiese ocupado el centro de la escena en cualquiera mesa de café, se produjo a través de las redes sociales. Muchos rechazaron de plano esa posibilidad. “Estar 6 meses o un año sin cobrar para nosotros es igual a alquileres sin pagar, a familias que no tendrán para comer, a jugadores que no podrán viajar para llegar al entrenamiento”, indicó Federico Presedo, integrante del plantel de Atlanta, puntero de la zona A de la Primera Nacional, la segunda categoría del país. El problema no es ajeno a profesionales de la Superliga. “El 80 por ciento de los futbolistas argentinos no puede vivir si no cobra”, advirtió Maximiliano Gagliardo (Arsenal). Ni hablar de los que juegan en las categorías bajas o en los torneos liguistas.
Tevez tuvo buenas intenciones. Buscó la manera de hacer un aporte para que los clubes, que no tienen ingresos desde que se paró el fútbol, no sufran consecuencias graves. Él forma parte de un mundo privilegiado donde los ingresos van más allá de la imaginación de cualquier trabajador. Lionel Messi y Cristiano Ronaldo pueden donar millones de dólares. El plantel de Barcelona está en condiciones de aceptar recortes salariales del 70 por ciento. Una cifra menor aceptaron los integrantes de la plantilla de Bayer Munich. En España, los que militan en la segunda categoría prefieren ceder el 10 por ciento de sus ingresos para evitar que los clubes apelen al Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y comiencen a rescindir contratos amparados por la leyes laborales de ese país. Hay muchos casos en el mundo, pero ese no es precisamente el espejo donde deben mirarse los futbolistas argentinos. Aquí, salvo excepciones, los sueldos no son extraordinarios y en ocasiones los clubes se atrasan en los pagos. Por eso Futbolistas Argentinos Agremiados se declaró en alerta ante las versiones sobre reducciones salariales y al conocerse que en Racing acordaron renegociar los convenios vigentes, lo que sentará un precedente peligroso, según el gremio.
En el paraíso del fútbol no hay lugar para todos. En este ambiente algunos ganan fortunas y otros viven al día, como en cualquier otra profesión: médicos, abogados, escritores, actores... En esa extensa lista nadie tiene la intuición ni los reflejos de Jeffrey Bezos, quien vendió parte de sus acciones de Amazon antes de la pandemia y evitó pérdidas de unos US$ 317 millones, según los especialistas. Sin dudas, lo suyo fue un golazo.