Bottas demostró en Austria que es un serio candidato al título
UNA IMAGEN INÉDITA. El francés Charles Leclerc (2°); el finlandés Valtteri Bottas (1°) y joven británico de sólo 20 años, Lando Norris (3°), con tapab
La carrera en Austria fue uno de los grandes premios más picantes de los últimos años. Valtteri Bottas largó acelerando a fondo y cuidó la cuerda de un agresivo Max Verstappen, que con su Red Bull, lo acechaba desde el segundo lugar. Las primeras vueltas fueron limpias. Todos buscaron pero nadie arriesgó. Se mantuvieron posiciones hasta la vuelta 11, en la que el Red Bull de Max dijo basta y lo dejó afuera. Este sería el primero de muchos abandonos. Los autos que quedaron en pista se vieron atrapados entre apasionantes duelos y penalidades.
Lo de Valtteri fue brillante. Consiguió la pole y condujo primero toda la carrera. No es fácil tener a tu compañero de equipo, quien es hexacampeón de F-1, intentando pasarte. Bottas no solo pudo mantener a Lewis Hamilton atrás sino que en ningún momento pasó sobresaltos. Es un serio candidato al título y quiere quedarse en Mercedes. Sabe que una de las pocas oportunidades para lograrlo es ser campeón en 2020. En Austria demostró que está a la altura.
“He sentido mucha presión a lo largo de la carrera. Un safety car, no está mal; pero han habido tres y cada uno de ellos era una oportunidad para Hamilton de acercarme. Hemos tenido que gestionar mucho el coche”, aseguró el finlandés.
El segundo puesto de Charles Leclerc fue algo sorprendente. El Ferrari no estaba bien. El auto tenía mucho subviraje en las curvas y en las rectas perdía casi medio segundo con el Mercedes. No se podía aspirar a mucho. Sin embargo el monegasco, a pura garra y corazón, aprovechó los “autos de seguridad” para pasar a Sergio “Checo” Pérez y Lando Norris. Esto lo acomodó tercero pero fue segundo gracias a la penalidad de Hamilton. Si con este auto subió al podio, cuando la escudería realice las mejoras que prometieron para Hungría, quizás volvamos a ver al Leclerc de las seis pole position en 2019.
Los que no están familiarizados con la F-1 de los últimos años quizás no entiendan lo difícil que es para un piloto de Mclaren empezar tercero y terminar tercero. Norris lo logró en Austria. Pero no solo eso. Sino que además en el último giro marcó la vuelta rápida y se llevó un punto extra. Una verdadera quijotada. El piloto británico, en su segundo año en la categoría, subió al podio demostrando firmeza, seguridad, templanza y una conducción digna de los grandes libros de la historia de la categoría.
Su alegría fue tan grande que apenas bajó del auto corrió para estrechar en un abrazo a Zak Brown, el CEO de la escudería, rompiendo los estrictos protocolos de sanidad que cumple la F-1. En algún momento la mayoría de los pilotos suben al podio pero de la manera que Lando lo consiguió en Austria, realmente muy pocos.