El ocaso: Lionel Messi ya no es el mismo

Aunque a veces no lo parezca, Lionel Messi es humano. Y como tal, puede dar un mal pase, definir desviado o a las manos del arquero, hacer una de más o simplemente pasar desapercibido, como lo hizo en el escandaloso 8-2 que le propinó Bayern Munich a Barcelona en cuartos de final de la Champions. Pero lo que también hace humano a Messi es su ciclo vital: como todos, cada día es un poquito menos joven. Aunque quienes disfrutan el buen fútbol desearían que fuera eterno, no lo es. Por eso, detrás de la cuestión sobre si el 10 seguirá en Barcelona o cambiará de club, se esconde otra más importante: ¿es hora de aceptar que Messi se encuentra ya en el ocaso de su carrera, o se trata sólo de un pozo anímico y futbolístico, del que podrá salir con la suficiente motivación para volver a ser el mejor de todos?

Cada cual tendrá su opinión al respecto, influenciada o no por el sentimentalismo, la argentinidad o la preferencia por Diego Maradona en esa eterna e inútil comparación. Para algunos la pregunta puede sonar hasta sensacionalista, como cada vez que se lo encumbra en momentos de éxito o se lo crucifica como principal culpable de las derrotas, pero no se puede negar que, ya con 33 años, sería perfectamente natural que un futbolista -incluso uno excepcional como él- se encuentre en la curva descendente de su rendimiento.

Eso lo sugieren sus estadísticas personales en la actual temporada: apenas 31 goles sumando todas las competencias, su registro más bajo en más de una década. Si bien le alcanzó para ser otra vez goleador de la liga española, la partida de Cristiano Ronaldo a Italia también tuvo que ver. Entre la lesión de Suárez y las intermitencias de Griezmann, Dembelé y otras figuras, el peso del equipo recayó excesivamente en el 10, que ya no está para encargarse de todo. Menos cuando viene jugando todos los partidos completos de un calendario poscuarentena frenético, porque en su necesidad de ganar algo Barcelona no pudo darse el lujo de darle un respiro.

La cuestión sobre si se trata o no del crepúsculo de Messi extiende su influencia más allá de lo actual. De la respuesta dependerá en qué condiciones llegue a Qatar 2022. Si bien a los Mundiales los ganan los equipos y no las individualidades, para la Selección será un plus contar con Lionel en un buen nivel. Para entonces, contará con 35 años, una cifra alta para muchos jugadores, pero no para los distintos como él. Por caso, es la edad que hoy tiene Cristiano, y el portugués ha demostrado en Juventus que sigue siendo un jugador decisivo, superior a muchas estrellas refulgentes de veintipocos.

Messi sigue dividiendo la opinión de los argentinos. Muchos lo defienden como uno de los mejores de la historia del fútbol, mientras que otros se empeñan de echarle en cara su falta de lauros con la Selección, más allá del oro olímpico. Fernando Robles, aquel letal romperredes de Atlético, se encolumna entre los primeros. “Los destructores de Messi aprovechan para salir a pegarle por todos lados. Los argentinos somos así: en lugar de agradecer que haya nacido en esta tierra, nos ponemos en fila para matarlo. Lo mismo tuvo que padecer Maradona. Cuando escucho cosas como esa, apago la radio o la tele, porque me da una bronca tremenda”. Claro y real, como el talento del rosarino.