Los mensajes ambiguos y la pandemia

Por César Chelala

PARA LA GACETA / NUEVA YORK

La comunicación referida a la pandemia debe ser clara e inequívoca. El mensaje de “distanciamiento social” que utilizan las autoridades de salud pública en casi todo el mundo es un ejemplo perfecto. Debería ser reemplazado por “distanciamiento físico”.

Uno de los efectos más graves de la pandemia de coronavirus ha sido sobre la salud mental de las personas. Los niños y jóvenes desarrollan más fácilmente tristeza y depresión. También tienen dificultades para concentrarse y prestar atención y están alejados de los amigos, juegos y actividades en general que disfrutaban en el pasado.

Muchas personas han experimentado síntomas de ansiedad, miedo y depresión que incluso han llevado a algunos a herirse a sí mismos y a otros. Las tasas de suicidio han aumentado en los Estados Unidos. En muchos países, se registra un aumento significativo de incidentes de violencia doméstica.

Entre los adultos, la gravedad de la situación se incrementa cuando las personas no pueden trabajar. Para muchos adultos de bajos ingresos, la amenaza de desalojo y falta de vivienda se cierne sobre sus mentes como una carga pesada.

Debido a que las personas mayores a menudo dependen de miembros más jóvenes de la familia para sus necesidades diarias, las medidas de aislamiento pueden dañar críticamente su sistema de apoyo familiar.

Conexión y cercanía

En estas situaciones, pedirle a la gente “distanciamiento social” es un mensaje ambiguo que puede malinterpretarse. Lo que se necesita es una conexión social más intensa, ya sea por teléfono o por redes sociales. En este sentido, el gobierno a través de sus autoridades de salud pública debe brindar recomendaciones específicas para una conectividad social más efectiva.

Cada vez más, los expertos en salud pública sugieren que las personas realicen un “distanciamiento físico interpersonal” o, en resumen, un “distanciamiento físico” para evitar infectarse con el virus. El psiquiatra tucumano Eduardo Sánchez, insiste en la importancia del “distanciamiento físico” y la “cercanía emocional” en estos tiempos críticos.

Los expertos en salud pública advierten que medidas como las pruebas diagnósticas y el rastreo de contactos están perdiendo efectividad dada la velocidad de transmisión de la pandemia. Ahora es particularmente necesario cambiar las palabras “distanciamiento social” por “distanciamiento físico” e insistir en la importancia de incrementar la conexión social entre las personas para aliviar los efectos de la pandemia sobre la salud mental y prevenir la transmisión de la infección.

“Es necesario desarrollar al máximo la solidaridad con los vecinos, amigos, colegas y compañeros de escuela; las palabras también transmiten abrazos -dice la psiquiatra argentina María de los Ángeles López Geist-. Ser humano significa, en esencia, estar conectado”.

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César Chelala – Periodista, escritor y médico tucumano, especialista en Salud pública.