Salteño encerró a su expareja, la violó y amenazó: uno de sus hijos la salvó

Llevaban separados ya un año y medio, cuando él volvió al acecho. Mientras ella estaba junto a una vecina, en su casa de General Güemes, apareció su expareja, con quien tuvo tres hijos y una relación tomentosa de seis años. Por eso, el hombre tenía una orden de restricción judicial.

Pese a la prohibición de acercarse a la mujer y su familia, él fue hasta el domicilio en febrero de este año. Comenzó a reprocharle a ella por qué la habían llevado a su casa en moto. Discutieron, la tomó del cuello, él le dijo que se fuera a acostar y tomó un cuchillo de la cocina, que guardó en el bolsillo del pantalón.

En la habitación, el acusado se recostó al lado de la mujer y empezó a tocarla, mientras le mostraba el cuchillo y le decía que no le importaba nada, que si caía preso iba a ser “por una causa justa”. También le advirtió que si ingresaba alguien, lo mataría y puso otros dos cuchillos entre el colchón y la madera de la cama.

Cuando la mujer fue a la cama en la que dormían los menores, el acusado volvió a tomarla del cuello, le mostró uno de los cuchillos y la violó.

Luego, uno de los niños le dijo al denunciado que iría al baño y ahí aprovechó para pedir ayuda a un vecino que fue a la casa. El acusado le dijo a la mujer que no dijera nada, pero ella logró pedirle al vecino que llamara a la policía.

Cuando el imputado salió de la habitación, ella intentó subir a su moto, pero el hombre había cortado con cuchillo una de las cubiertas. Antes de huir, él amenazó nuevamente a la mujer: le dijo que si radicaba una denuncia, iba a matarla y al hijo por “deschavador”, y le advirtió que si caía preso, la mataría cuando saliera.

Por todo esto, el fiscal penal Federico Obeid requirió ante el Juzgado de Garantías 5, la elevación a juicio de la causa que tiene como imputado a este hombre de 26 años, acusado de los delitos de desobediencia judicial, abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de arma, privación ilegítima de la libertad, daño y coacción, todo en concurso real.

Obeid sostuvo que fue acreditado que el acusado accedió carnalmente a la denunciante en contra de su voluntad, lo que vulneró su integridad y libertad sexual. El hecho se agrava por el uso de un arma.

Por otra parte, al ingresar al domicilio de la denunciante, el imputado desobedeció una orden de prohibición de acercamiento y de ejercer violencia física y psíquica contra su expareja, impartida por un juez competente.

También la privó de su libertad, al no permitirle salir de su domicilio, sin permitirle siquiera ir al baño. Además, causó daños en la motocicleta de la mujer. Por último, al advertir a la denunciante que la mataría, igual que a su hijo si radicaba denuncia, anunció un mal futuro, posible, cierto y grave.