Medellín se viste de fiesta para conocer al ganador del premio Gabriel García Márquez

Cada año, la fundación creada por el escritor colombiano premia a las mejores historias de Iberoamérica.

30 Sep 2015
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FOTO TOMADA DE TWITTER/ @miguelvelardez

MEDELLÍN, Colombia.- En la plaza mayor de Medellín, y a toda hora, se forman círculos de gente, como si fuesen enjambres de abejas alborotadas. Son periodistas, estudiantes y aspirantes al oficio en plena charla informal. Cada uno con su smartphone en la mano. No es extraño verlos conversar y, a la vez, chequear las pantallas deslizando el pulgar o el índice una y otra vez. Como en cualquier reunión entre periodistas, lo más preciado, lo que se busca sin descanso hasta encontrarlo es nada más y nada menos que un enchufe. La remota posibilidad de quedar sin batería en el smartphone arruinaría el día.

Los saben los jóvenes, lo toman en cuenta los veteranos: un enchufe cerca es la garantía de un día muy productivo. Con tantas actividades programadas (9 coloquios, 7 talleres, exposiciones fotográficas y más de 80 invitados de 18 países), puede sobrar café, pero no deben faltar enchufes. Entre los salones y el auditorio central hay gente en los pasillos, en las galerías, en los patios. Todos llegan dispuestos a prestar atención a los nuevos vientos que señalan los referentes del oficio.

El Festival Gabriel García Márquez de Periodismo comenzó el martes con una maratón de las mejores historias de Iberoamérica. Siguió con coloquios en universidades y exposiciones fotográficas al aire libre.

Esta edición congrega a los maestros del oficio como Jon Lee Anderson (Estados Unidos), Miguel Bastenier (España), Rosental Alves (Brasil), Gumersindo Lafuente (España), Carmen Aristegui (México), entre otros notables. Todos se mueven comandados por la batuta del incansable "Emperador" Jaime Abello Banfi, director ejecutivo de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI).

Por tercer año consecutivo, la sede del festival es Medellín. En esta ciudad, el verde de las montañas atropella los ojos. Con más de 3 millones de habitantes, la urbe presume de sus colores naturales cargados de paisaje selváticos y montañosos. El ruido urbano se hace oír durante el día por el ritmo de vida de los paisas, tal como le llaman a los nativos de Medellín. El clima húmedo es parecido al de Tucumán y el paisaje, repleto de verde, se asemeja a la zona de San Javier y Yerba Buena, pero en dimensiones gigantescas.

La ciudad que otrora encumbró el imperio narco de Pablo Escobar Gaviria dejó atrás la violencia y mutó para dar paso a una metrópolis con agenda de desarrollo cultural, educativo y tecnológico. Aquí se premiará esta noche a los mejores trabajos en las categorías Texto, Imagen, Cobertura e Innovación. Además se entregará la distinción de Periodismo de Excelencia a Dorrit Harazim, una reportera brasileña de reconocida trayectoria.

Mientras avanza la agenda del festival, durante el día, las figuras del periodismo se pasean entre salones. Este festival acerca a los famosos con los aspirantes al oficio. Los ubica en un mismo escenario para que fusionen la experiencia y la curiosidad sin protocolos ni grandes formalismos.

Así como Rosental Alves pasea su eterna sonrisa de estudiante, también es posible ver a Jon Lee Anderson sentado en una tribuna, mezclado con el público, y dispuesto a presenciar la apertura de una muestra fotográfica sobre las víctimas del Plan Condor (Joao Pina es el autor) y otra sobre los tiempos violentos de Colombia (de Albeiro Lopera Hoyos, más conocido como "El 9").

A una de las salas de plaza mayor llega el maestro de periodismo Miguel Ángel Bastenier. Vestido con guayabera blanca y fresca al estilo de los costeños parece más colombiano que español.

Antes de abrir su clásico taller de periodismo, en una entrevista, recordó su paso por Tucumán. Dijo que la forma como lo trataron aquella vez (en 2012), fue tan amable y gentil que se sintió en el cielo. "No quiero sonar cursi -dijo-, pero ir a las provincias es maravilloso".


-¿Qué destaca de aquel tiempo en Tucumán?

Contrariamente a lo que muchos piensan, Buenos Aires a mi simpre me ha tratado muy bien. Pero estuve en Mendoza, en Salta y en Tucumán y lo que destaco en las provincias es el trato humano. Tucumán para mi es el sitio más entrañable. Aquella vez que llegué, los federicos (por Federico van Mameren y Federico Türpe) me llevaron a cenar en las afueras de la ciudad. Era un sitio muy bonito y a los cinco minutos era como si fuéramos primos hermanos de toda la vida. El interés que yo veo con que escuchabais el debate que hubo; eso es lo que hace que me guste más.

-¿O sea que volvería a Tucumán?
Hombre... cuándo digan; cuando manden, cuando lo decidan los fedes. Cuando digan ellos por Dios, por Dios... dos personas estupendas a las que no he vuelto a ver, pero que sigo en las redes y a veces intercambiamos puntos de vista.

-Usted se lleva bien con Twitter. Tiene mucha actividad en esa red...
Bueno... es que lo uso para lo que yo quiero, que es para decir cosas de periodismo. De algún modo también lo uso como sondeo para ver cómo reacciona la gente. Por ejemplo digo: los periodistas se dividen en dos clases: los que son rápidos y los que no son periodistas. Entonces hay siempre alguien que se molesta con eso y otros muchos que lo entienden. Lo uso como una tabla de resonancia para ver las reacciones a ciertas cosas que caricaturizo un poco, porque para que te entiendan tienes que hablar en caricatura. Si hablas muy fino, muy fino se pierde eso.

-Y supo entender el lenguaje de Twitter...
Bueno... a mi me parece un ejercicio estupendo los 140 caracteres. Yo no quiero que lo cambien. Es una gimnasia periodística. Hay que aprender a moverse en 140 caracteres y dar cosas que de entiendan y que tengan sentido.

-Sin embargo, no todos los periodistas lo usan
Pero hay que hacerlo y me parece una gimnasia periodística estupenda.

-Se habla de crisis del periodismo, pero aquí usted tiene más de 30 jóvenes esperando escucharlo. Cada vez vienen más periodistas
Eso es lo maravilloso de todo esto. Yo aprendo de ellos también.

-Qué les recomienda?
Que hay que perderle el miedo a lo digital. Hay que dar el salto. No hay otra opción. Deben apostar a multimedia y a la agenda propia. Por ejemplo, soy enormemente escéptico del periodismo ciudadano. No digo que no exista. Por supuesto que existe. Pero soy escéptico en el sentido de que lo que no me dé una marca que yo reconozca, que yo sepa quién es, lo tomo con todas las prudencias posibles. Qué sé yo si es verdad o no lo que me cuenta Agapito González desde Tucumán sobre el día que hicieron trampa en las elecciones y etcétera, etcétera. Me cuenta que él vio cómo quemaban una urna con la esfigie de no sé quien... de Massa o del otro o de quien sea. O sea, todo eso me lo tiene que decir LA GACETA para que yo le dé credibilidad en principio. Lo que quiero decir es que el lector siempre tiene razón. Si el lector abandona a los periódicos por las redes sociales es culpa nuestra, no del lector.

Bastenier bebe agua fria y se sienta en el auditorio frente a los jóvenes. Está listo para abrir el taller "Cómo se escribe el periódico impreso o digital". Afuera, en otro espacio de plaza Mayor, se ajustan las luces para la muestra de fotos que de estrenará a la noche, mientras Jaime Abello sube al escenario del auditorio central para hablar del Festival. "El Premio Gabriel García Márquez, en primer lugar, busca reconocer, distinguir, resaltar. En segundo lugar, desde Medellín queremos celebrar las mejores historias de Iberoamérica -dice Abello Banfi-; queremos hacerlo porque sentimos que con las historias construimos una sociedad mejor. Porque las historias nos divierten y nos ponen a volar. Porque las historia, como Gabo lo explicó muy bien, le dan sentido a la vida. Y, en tercer lugar, porque estamos creando escenarios para compartir nuevos aprendizajes para difundirlos y avanzar en base a esos nuevos referentes y modelos que emergen del periodismo".

El director de la FNPI baja del escenario y le da paso a la siguiente mesa de debate titulada "Reconstruir el periodismo como un servicio, no como una fábrica. Más gente entra al auditorio. Dos cámaras de video transmiten en vivo por la web. El murmullo de la gente que se acomoda en la butaca cesa y es el momento de presentar a Jeff Jarvis, director del centro de periodismo emprendedor en la City University of New York. "Todavía seguimos con los viejos modelos de negocios -plantea-. Lo nuevo es la eficiencia. Hay que servirle a la gente de mejor manera. Google sabe más de mí, que el periódico local donde yo vivo. Entonces tenemos que volver a recopilar datos para reconstruir la confianza del público", advierte.

Pasan las horas, siguen los debates, llegan más invitados, se renuevan los disertantes. El rostro de un Gabo joven y sonriente puede verse en las paredes. Su nombre resuena en las conversaciones. En un pasillo encuentro a Jaime García Márquez, hermano menor del Nobel colombiano. Como excelente conversador se detiene unos minutos para charlar. "Además de bonita, esta ciudad es muy emprendedora. Mira, la primera vez que se hizo este festival, mi mujer le dijo al alcalde: ustedes están haciendo las cosas tan organizadamente que yo te apuesto a que en dos años, Gabo nace en Medellín... a lo que el alcalde le respondió: No, de ninguna manera. En dos años no; en uno".

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