LA GACETA SALTA
Luciano Giménez cumplirá su sueño de jugar en Boca
El Xeneize mejoró la oferta y Central Norte ya no insistirá con que vaya a Lanús. Conocé a la joven promesa salteña.
17 Ene 2016
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FELIZ. Luciano Giménez vive un sueño. FOTO LA GACETA
El sueño del pibe de jugar en la Bombonera, la insistencia de la familia y, sobre todo, la mejora de la oferta por parte de Boca, convencieron a Héctor De Francesco –presidente de Central Norte- de aceptarla y dejar de insistir con que el jugador pase a Lanús.
De esta forma todo está encaminado para que Luciano Giménez Alanda pase a formar parte de las divisiones inferiores de Boca Juniors. Hoy está junto a su familia en Buenos Aires y debe presentarse en Casa Amarilla (predio del club) y el lunes, sus padres firmarán el acuerdo que autoriza a los tutores que tendrá y finalmente ambos clubes rubricarán el traspaso.
“Estoy muy feliz porque era un sueño mío de chiquito jugar en Boca, hace años que me venía probando cuando venían a Salta”, le contó Luciano a LA GACETA SALTA con una indisimulable sonrisa en su rostro aunque algo escondida detrás de la timidez de este chico que con tan solo 15 años, dejará su hogar en busca de una ilusión.
Cumplir su sueño no fue fácil porque además de superar exigentes pruebas de selección debió enfrentar a una dirigencia Cuerva que buscó cumplir el convenio que tiene firmado con Lanús para que el juvenil pase a filas granates.
La negociación no fue sencilla porque a al sueño de toda la familia Giménez se contraponía una oferta escasa por parte de Boca. Mediante discusiones y concesiones de todas las partes, se logró el ansiado acuerdo.
¿Quién es Luciano Giménez?
Aunque es hincha de Central Norte, “Luchi” contó que siempre miraba los partidos de Boca, soñando con jugar en la Bombonera y hasta con llegar a la selección Argentina.
Tiene 15 años y mide 1,84, altura que le permitió ser un 9 de área en las inferiores de Central y que lo llevó a que lo prueben y elijan como volante central en Boca. “Como volante central soy simple, recupero y reparto rápido y de 9 me justa tener más la pelota”, se describe.
Aun le restan dos años más de colegio, los que cursará en Buenos Aires, en el Colegio con el que Boca tiene un convenio, al tiempo que vivirá en la pensión del club.
La competencia interna –a veces salvaje entre los chicos- y la distancia con los seres queridos suelen ser los factores determinantes para que los juveniles claudiquen y vuelvan a sus hogares. “Todos me dicen que voy a extrañar pero estoy preparado porque tengo ganas de ir a jugar”, afirmó Luciano.
A sus 10 años Giménez comenzó a jugar en Central pero, pese a su juventud, hoy entiende que la mejor chance para su futuro es irse a Buenos Aires: “es más difícil llegar acá porque siempre traen jugadores en vez de subir chicos”, analizó.
Formará parte de la séptima división en la que, sabe, deberá acostumbrarse a los entrenamientos doble turno ya la disciplina alimenticia.
Gambeteando obstáculos
Aunque ir a probarse a Buenos Aires sea la posibilidad de oro para los juveniles del interior del país, las pruebas no son nada sencillas. A un club como Boca se presentan cientos de chicos en cada prueba y por lógica, el tiempo que tiene cada uno para
mostrarse es muy reducido.
Luciano lo cuenta con claridad: “en las pruebas no te dan la pelota, todos quieren hacer su jugada y se pone difícil pero yo me la banqué y corrí hasta que me la dieron porque solo tenía 20 minutos para demostrar”, detalló
En tres pruebas que Boca hizo en Salta el joven se presentó y en la última le pidieron que vaya a probarse en la capital. Lo hizo en dos oportunidades, en septiembre y en diciembre de 2015, hasta que le dijeron que iban a negociar su pase.
En medio de eso, Central Norte insistía en que el jugador debía pasar a Lanús por un convenio entre ambas instituciones, pero la mente de “Luchi” estaba puesta en La Boca: “Yo sabía de lo dye Lanús y fui a una prueba al día siguiente de la primera prueba en Boca, me llamaron para que vaya y también me dijeron que había quedado también pero yo quería ir a Boca”, contó.
El hermano de Luciano, Juan Pablo, afirmó que Boca mejoró mucho la oferta en lo económico y que, a pedido de De Francesco, aceptó agregar la cláusula que pedía Central que indica que si Luciano queda libre vuelve al Cuervo.
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