La Negra Chagra le pone su voz a historias comunes

La cantante salteña presentará su último disco "Con nombre propio", esta noche en la Casa de la Cultura.

26 Oct 2016
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“El Coco Botelli solía decir que el nombre es el distintivo de cada persona, que nos hace distintos y únicos, que nos identifica con la vida”, dice La Negra Chagra. La cantante salteña tomó las palabras del poeta para buscar en el cancionero popular aquellas composiciones que cuentan historias de personajes cotidianos e inolvidables. Encontró muchas y grabó unas cuantas en su último disco “Con nombre propio”, que hoy, a las 21, presentará en la sala Juan Carlos Dávalos de la Casa de la Cultura –Caseros 460-.

El recital, que contará con la presencia de Ana Issa y Hugo Bustelo, será a beneficio de la Cooperadora del Hospital Oñativia y la entrada costará $100.

En “Con nombre propio”, La Negra se propuso rescatar del olvido canciones de grandes poetas que tienen una particularidad especial: cuentan las historias de las personas que nombran. Así, en el disco, se escucha “Angelina Huenumán”, de Víctor Jara, que recuerda a una mujer mapuche tejedora que el músico conoció en un viaje por Chile o “Juan Panadero”, de Manuel Castilla y Cuchi Leguizamón que homenajea a Juan Riera, el propietario de una popular panadería donde solían juntarse los cantores salteños.

Infaltable, y como bonus track, está “La Pomeña”, de Castilla y Leguizamón, una de las zambas más hermosas del folclore argentino que retrata a la coplera Eulogia Tapia de La Poma. En el disco, la salteña también interpreta “Jacinto Cenobio”, donde Francisco Madrigal narra el deseo de campesinos y habitantes de la provincia mexicana de migrar a la capital en busca de una mejor vida.

“Acostumbro a sacar un disco cada cuatro años. Con este material me pasó algo diferente. Mientras estaba promocionando el anterior ´Esta tierra hermosa´ ya sabía cómo quería que sea su sucesor y cómo se iba a llamar”, le cuenta La Negra a LA GACETA.

Con la dirección musical y arreglos de Leonel Iglesias, “Con nombre propio”, sin dudas, corona tres décadas de carrera artística, de compartir tertulias y escenarios con poetas que fueron sus maestros de la música y de su vida. Por eso, ella siempre destaca que pone su voz a canciones que la representan y emocionan. “No soy compositora, más bien tomo las canciones de otros y las hago mías con una versión renovada porque las emociones también se renuevan. Siempre me identifico con lo que canto y agradezco a los compositores porque sin ellos yo no podría hacer nada”.

A La Negra, como a muchos otros artistas, las causalidades la fueron llevando por los caminos de la música. Estaba estudiando Psicología cuando la cantautora Sara Mamaní le propuso formar parte de Mensaje, un conjunto que hacía música latinoamericana en la década de los 80. Así arrancó, con el impulso del que encuentra su vocación súbitamente y no quiere perder más tiempo.  

"Hasta ese momento no había tenido continuidad en nada de lo que comenzaba pero con el canto me paso algo diferente. Quería aprender y seguir. Me nació la necesidad de aprender a cantar”, recuerda la intérprete que comenzó como autodidacta y luego estudió con Roxana Amed y Patricia Farías.

Con el tiempo entabló una entrañable amistad con el “Cuchi” Leguizamón, con quien dio una serie de conciertos en Europa. La obra del inolvidable silbador está siempre en el repertorio de La Negra. “El Cuchi ha sido el más moderno de todos porque era un tipo que le puso un sonido nuevo al folclore como Piazzolla al tango”, sintetiza.

Hace 25 años que la salteña vive en Buenos Aires y aunque va y viene todo el tiempo, hoy volverá a actuar en su tierra después de un largo tiempo. “Me hace falta ir a cantar a Salta porque es mi lugar. A pesar de que vengo seguido, no lo que me gustaría para cantar y conectarme con la gente”, finaliza e invita a escuchar “historias simples y parecidas a las que uno vive en el día a día”.

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