Gabriela Cerrano explica por qué el PO ganará la intendencia
La senadora asegura que el Partido Obrero está listo para manejar la municipalidad capitalina. Critica por igual al actual gobernador y a Juan Carlos Romero.
FELIZ. La Senadora del Partido Obrero, Gabriela Cerrano, cree que ganarán la intendencia capitalia. FOTO LA GACETA.
La senadora Gabriela Cerrano está convencida de que el Partido Obrero puede repetir los resultados de los últimos comicios y ganar en la capital salteña la intendencia. Para la legisladora, ese resultado no fue por un voto bronca, sino porque el PO tiene una construcción de muchos años.
Un determinante para una futura victoria es este diagnóstico que hace Cerrano: “el gobierno de Miguel Isa llegó a un agotamiento”. Este fin de ciclo se debe, según la legisladora, en parte a medidas antipopulares que tomó, como la del impuestazo, y también con una serie de negocios que crecieron en el municipio.
“La municipalidad de Isa es el festival de las contratistas, de las empresas privadas, de las tercerizadas (…) ahora están en crisis con los trabajadores porque están pasando a planta permanente y es algo que en cualquier momento va a estallar, porque tienen más de 5 mil contratados y pasantes y eso es algo que la gestión actual no resuelve”, dijo Cerrano a LA GACETA y añade que a Isa de nada le puede servir tratar de reinventarse recién ahora con lo de la revolución verde.
Serrano recordó, con énfasis, que fue la actual gestión capitalina la que habilitó prostíbulos como Terra Nostra. “Nosotros particularmente nos encargaremos de que la gente no se olvide de eso”, sentenció.
De llegar al poder
La senadora sostiene que el Partido Obrero está listo para gobernar. Que están listos para hacerse cargo del municipio capitalino. Pero advierte que para manejar el municipio realizarán cambios de fondo.
“No vamos a gobernar la porquería que nos deja Isa”, dijo Cerrano y explicó que de llegar a la intendencia, algo que para ella es muy probable, llamarán a una Asamblea Constituyente para que el pueblo de Salta tenga un acceso real al municipio. “Se hará un cambio de fondo y se eliminarán gastos reservados (…) habrá un control popular de la población sobre cómo se gasta (…) no queremos crear la falsa ilusión en los salteños de que vamos a ser menos administradores”, recalcó.
Urtubey-Romero
Un factor que resalta la visión que tienen los salteños del Partido Obrero es que en Salta se repiten las figuras y que además esas figuras se relacionan entre sí.
Así se expresa cuando se le pregunta a Cerrano por esta disputa entre el gobernador Juan Manuel Urtubey y el ex mandatario, Juan Carlos Romero. “Una polarización de esta manera se instaló en 2007, siendo que son astillas del mismo palo. Nosotros no creemos que se vaya a dar esa polarización ahora”, afirmó y destacó que “tanto Urtubey como Romero responden a los mismos intereses económicos, muy poderosos (…) los dos forman parte del ajuste que se está dando en el país. Romero no tiene autoridad para decir que va a defender una posición independiente en el Congreso”.
Tampoco Alfredo Olmedo se salva de sus críticas. Cerrano sostiene que con el empresario sojero no se puede ni debatir.
Su labor en la Cámara Alta
Cerrano manifestó que su trabajo en el Senado es de una constante lucha política, incluso cuando realiza un pedido de informe. “Los pedidos de informe muchas veces se rechazaron o son modificados”, dijo.
Uno de los proyectos que le fueron modificados fue el que ahondaba sobre la situación de los brigadistas que fallecieron recientemente. “Finalmente acepté que se apruebe con todas las modificaciones que hizo el oficialismo porque sí quedó un punto importante que era conocer cuál era la situación laboral de los brigadistas (…). Yo quería conocer la de todos los que están trabajando en Defensa Civil, pero quedó sobre estos cuatro. Espero que la contesten, porque a veces tardan mucho o hay sólo una respuesta parcial”, concluyó.
Uno de los primeros pedidos de informe que realizó este año fue sobre las denuncias de apremios ilegales y vejaciones en las comisarías de Salta. El último dato que había era de 2011, cuando se registraron 400 denuncias. La respuesta al pedido de informe reveló una realidad escalofriante: en el 2012 hubo 700 denuncias, y en el 2013, 1.700. “Esto es muy grave porque da cuenta de que tenemos una policía represora y que se están violando los derechos humanos de las personas”.