Conocé cuáles son los yuyos medicinales que más consumen los salteños

Recetas ancestrales y naturales compiten con el avance de la medicina convencional. Desde el muña muña, como afrodisíaco, hasta la hediondilla, para chiquitos.

15 Mar 2017

Pese a los imparables y acelerados avances científicos que muchas veces se realizan en el campo medicinal hay una actividad ancestral que no ha perdido valor, sino todo lo contrario, se ha visto revalorizada en el último tiempo.

“La gente se volcó mucho a los yuyos ahora, vienen muchísimo más”, afirma Graciela del Valle Castro, quien desde hace 22 años vende hierbas medicinales en su puesto del Mercado San Miguel.

En nuestra provincia es tradicional el uso de medicinas naturales para combatir todo tipo de enfermedades y dolencias.

Eduardo Camacho tiene 45 años en este rubro y afirma que los productos que vende pueden curar desde una toz hasta mejorar la circulación de la sangre.

El hombre de 63 años tiene un local muy conocido ubicado en pleno centro, en donde son muchos los salteños que se vuelcan a adquirir los yuyos medicinales.


Tradición ancestral

“Es una herencia, mis abuelos vendían hierbas medicinales, especias, artesanías”, recuerda Camacho, quien junto a su familia se encarga de atender el negocio de venta de estos productos.

“Antes tenía un supermercado pero me incliné por las hierbas medicinales. Esto tiene su trabajo: hay que juntarlos, ponerlos a secar, tiene su procesamiento. Demanda tiempo”, agrega el hombre.

Graciela aprendió el arte de la cura con yuyos en una localidad del norte provincial. “Yo vendo lo que yo conozco”, dice la mujer y además cuenta: “vengo de Salvador Mazza, ahí nuestras abuelas nos enseñaban a nosotros, hay muchas cosas que yo sé de allá y las implemento acá y les hace bien a la gente”.

Sobre el aprendizaje a lo largo de los años, Eduardo indica: “me fueron enseñando, a distinguir entre un amargón y una retamilla por ejemplo, después uno aprende o lo ve en el libro de hierbas medicinales, porque hay yuyos que no son de Argentina”.


Lo natural vs. Lo sintético

Uno de los motivos por los que los comerciantes creen que cada vez más personas se vuelcan al consumo de los yuyos medicinales es lo económico que son.

En el negocio de Eduardo se pueden conseguir bolsitas de 20, 80 y hasta 120 gramos a un precio que varía entre los $20 y los $50.

En los puestos 16 y 17 que atiende Graciela, la medida mínima que se puede comprar es $10 y dependiendo del yuyo del que se trate, con esta cantidad se pueden hacer preparados para consumirlos durante una semana.

La mujer afirma que hay dos factores fundamentales por los que la gente elige estos remedios. “Son económicos y la medicación a veces les hace mal, les hace bien para una cosa y mal para otra, puede ser que le haga bien bajando el azúcar pero le hace mal al hígado”, dice Castro y concluye que “los yuyos que son naturales, son más confiables”.

Por su parte, Eduardo afirma que en nuestra provincia muchas personas confían plenamente en el uso de estas medicinas. “Acá en Salta la gente es muy adicta a la hierbas medicinales, hay gente que sabe que tiene colesterol alto y el médico le dice que vaya a la farmacia a buscar un medicamento y la gente se va a cualquier yuyero” cuenta y además agrega: “la gente es ciega para las hierbas medicinales, son más puras, son más sanas y ponele que no te da efecto pero mal no te va hacer”.


Más de mil yuyos

La variedad de yuyos que se comercializa en Salta es amplia, y el uso de los mismos varía de acuerdo a los síntomas que se quieran aliviar.

Algunos de ellos se toman como infusiones, otros se hacen hervir y se colocan sobre la piel o el pelo, como el caso de la cuasia que luego de ser hervida suele utilizarse como remedio para los piojos.

“Acá le decimos la casa de los mil yuyos pero hay más de mil, nada más que por ahí no está al alcance nuestro de tenerlo o porque el kilo sale carísimo o no se consigue o está prohibido”, expresa el yuyero.

El hombre además detalla que hay hierbas como la amapola o el chamico que ya no se pueden vender porque están prohibidas. “El chamico es bueno para las vías respiratorias, haciendo humito te destranca la vía respiratoria pero ahora ya lo usan para drogarse, eso lo venden bajo prescripción médica, en las casas homeopáticas los conseguís yo no tengo autorización” comenta.

Para una misma dolencia también puede haber varios yuyos que ayudan a combatirla. Por ejemplo, “para el hígado sirve la carqueja, la copa-copa o el cuatro cantos”, cuenta Graciela.

La mujer también ofrece preparados con mezcla de diferentes yuyos para problemas como la circulación o en órganos como el hígado, el riñón y el colon.


Lo más buscados

Entre la inmensa cantidad de yuyos y preparados disponibles, los vendedores coinciden al comentar lo que más busca la gente.

“Lo que más se vende son yuyos para la diabetes, para el colesterol, para bajar de peso y para el hígado”, afirma Graciela, mientras que Eduardo comenta que “lo que más busca la gente son los yuyos para problemas hepáticos”, y recomienda tomar en este caso carqueja, alcachofa, chanca piedra o una nencia para el hígado.

A su vez, el hombre agrega que “en segundo lugar están los yuyos para las inflamaciones en la vía urinaria, después para la diabetes que también hay mucha gente que los busca y de todas las edades”.

Por último, el hombre indica que se buscan hierbas que mejoren la circulación o ayuden a bajar el colesterol.

Por su parte, Graciela cuenta que lo que más le piden son yuyos para problemas en los huesos y para la diabetes.

Otro de los pedidos que más recibe a diario la mujer son hierbas para la gastritis, casos en los que recomienda tomar cáscaras de tuca con quimpe.

Otras variedades y usos de los yuyos medicinales que solicitan a diario en el local de Eduardo son “el ambay para la toz, para el colesterol la doble gama,  para la circulación el hamamelis, para la úlcera la congorosa, un afrodisíaco como la muña muña, para los huesos mil hombres, para los parásitos intestinales está el helecho macho y después en el verano lo más común que sale es la hediondilla para ponerle a los chiquitos que transpiran y les sale urticaria por la alergia al calor y a la tierra”.


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