¿Por qué el bostezo es tan contagioso?

Nos sucede cuando alguien lo hace frente a nosotros, apreciando fotos u observando videos y respondemos con otro bostezo. Científicos explicaron el fenómeno.

14 Jul 2017
1

¿Por qué cuando alguien bosteza contestamos con otro bostezo? Seguramente te pasó y más de una vez. 
Algunas investigaciones indican que es un fenómeno asociado con la empatía, la edad y la misma temperatura ambiente.  
Nos sucede habitualmente cuando vemos una persona frente o al lado nuestro hacerlo, también cuando apreciamos fotos o vemos videos. 
Los científicos relacionan las contagiosas ganas de bostezar con la empatía, la capacidad de compartir emociones y sentimientos ajenos. Incluso puede ocurrir después de ver fotos de criaturas bostezar, por ejemplo, gatos o perros. En las personas se activan las áreas del cerebro responsables de la empatía. Esto hace que compadezcamos a los que bostezan y queramos compartir su sensación. 
Pero también el bostezo se vuelve contagioso desde los cuatro años. Este fenómeno se asocia con el aburrimiento, el cansancio físico o la falta de oxígeno. Seguramente, te pasó alguna vez leyendo algún artículo, en un espacio cerrado, y esto provocó que los bostezos sean más frecuentes; ocurre con frecuencia con temperaturas que promedian los 20°C. 
El bostezo es contagioso e incluso con las miradas. No es necesario ver una boca abierta para tener ganas de bostezar, a veces, puede ser suficiente con mirar unos ojos entrecerrados. Si bostezas leyendo esta nota es porque, quizás, ya imaginaste un bostezo. 

¿Por qué cuando alguien bosteza contestamos con otro bostezo? Seguramente te pasó y más de una vez. 

Algunas investigaciones indican que es un fenómeno asociado con la empatía, la edad y la misma temperatura ambiente.  Nos sucede habitualmente cuando vemos una persona frente o al lado nuestro hacerlo, también cuando apreciamos fotos o vemos videos. 

Los científicos relacionan las contagiosas ganas de bostezar con la empatía, la capacidad de compartir emociones y sentimientos ajenos. Incluso puede ocurrir después de ver fotos de criaturas bostezar, por ejemplo, gatos o perros. En las personas se activan las áreas del cerebro responsables de la empatía. Esto hace que compadezcamos a los que bostezan y queramos compartir su sensación. 

Pero también el bostezo se vuelve contagioso desde los cuatro años. Este fenómeno se asocia con el aburrimiento, el cansancio físico o la falta de oxígeno. Seguramente, te pasó alguna vez leyendo algún artículo, en un espacio cerrado, y esto provocó que los bostezos sean más frecuentes; ocurre con frecuencia con temperaturas que promedian los 20°C. 

El bostezo es contagioso e incluso con las miradas. No es necesario ver una boca abierta para tener ganas de bostezar, a veces, puede ser suficiente con mirar unos ojos entrecerrados. Si bostezas leyendo esta nota es porque, quizás, ya imaginaste un bostezo. 

Comentarios