Caso Thiago: faltaban recursos para el control a la familia sustituta
Revelan serias falencias en los programas y en la atención de los menores.
ATENTO. Un hermano mayor de Thiago y L.L.M., que vivió son Senise y Sánchez, presenció la declaración de Robino. FOTO LA GACETA
En su declaración ante el Tribunal de Juicio, el ex secretario de Igualdad de Oportunidades, Eduardo Robino, reconoció la falta de recursos y que las visitas no eran frecuentes por falta de más personal especializado y otros recursos.
La declaración del ex funcionario del programa de familias sustitutas giró en dos ejes: el funcionamiento del programa de familias cuidadores y los recursos que contaban en la Dirección de la Niñez y Familia, dependiente del ex Ministerio de Derechos Humanos. El testimonio se hizo ante la presencia de un hermano mayor de Thiago y L.L.M. que también vivió con los padres sustitutos. Minutos antes había declarado por circuito cerrado de televisión junto a su hermanita.
Los representantes del Ministerio Público Fiscal interrogaron al ex funcionario sobre los informes médicos que aseguraban que Thiago y su hermana estaban en buenas condiciones de salud bajo el cuidado de Víctor Senise y Patricia Sánchez. Casi dos meses después, el niño de cuatro años falleció por una neumonía severa y desnutrición.
Robino dio detalles sobre los problemas para realizar controles más frecuentes. Habló, en este sentido, de la falta de recursos para tener una mayor movilidad: había solo dos camionetas para abordar los programas de discapacidad y de niños y adultos en toda la provincia. "A veces nos prestaban vehículos de otras secretarías. Se le avisó a la Ministra (Marianela Cansino) y sé que ella hizo pedidos específicos", dijo pero reconoció que no se cumplieron. Entonces, los equipos interdisciplinarios debían cubrir por su cuenta el viaje en taxi, remis o colectivo hasta la casa de la familia sustituta. Luego, el dinero era devuelto por caja chica.
Los programas funcionaban también con falta de profesionales para cubrir semejante demanda. Sobre esta situación, el psicólogo dijo que "los equipos eran suficientes para dar respuestas", pero estaban sobrepasados. A veces los profesionales debían extender sus jornadas laborales de ocho horas para cumplir con sus funciones.
Las visitas de los equipos no se hacían con frecuencia a la casa de barrio Palermo II donde vivían los niños con sus padres sustitutos. "Hacía meses no había un encuentro con los chicos, no había visitas en el territorio", reconoció el ex funcionario. Sin embargo aseguró que las psicólogas Lorena Alejandra Recchiuto, Jaqueline Mónica Rosas y Marina del Huerto Vargas nunca le advirtieron sobre la falta de recursos económicos para moverse y desplazarse para hacer las visitas. También cuestionó que los informes que se elaboraban distaban de la verdadera salud del niño fallecido y su hermanita.