Estas fueron las frases más salientes del principal denunciante de Reynoso

Uno de los hechos que desencadenó la investigación por la que hoy está siendo enjuiciado el ex juez federal de Orán, Raúl Reynoso, fue la denuncia de David Leiva, un abogado que trabaja en el norte salteño y que, en más de una oportunidad, denunció los manejos irregulares del ex magistrado.

Por eso se esperaba su presencia como testigo durante el juicio oral y público contra Reynoso y otras siete personas acusadas de integrar una asociación ilícita que lograba beneficios para detenidos por narcotráfico a cambio de bienes.

Leiva se sentó ayer frente a los jueces Federico Díaz, Gabriel Eduardo Casas y Carlos Enrique Jiménez Montilla y alrededor de tres horas contestó las preguntas de la Fiscalía, querella y abogados defensores.

“Siempre hubo comentarios de que estaban tarifadas las medidas del Juzgado Federal para liberar narcos o devolver dinero secuestrado”.

Apenas comenzó su relato dejó en claro que la mayoría de las cosas que fundamentaron su denuncia y que iba a ratificar en su declaración estaban basadas en lo que había escuchado de otras personas, no siendo él un testigo presencial de los hechos a los que hacía referencia.

“Siempre hubo comentarios de que estaban tarifadas las medidas del Juzgado Federal para liberar narcos o devolver dinero secuestrado”, dijo con respecto a los dichos que otros abogados le habían comentado.

En ese sentido señaló también que los abogados se quejaban porque muchas veces eran reemplazados en causas en las que trabajaban por otros abogados, que eran siempre los mismos porque eran quienes lograban que sus pedidos tengan éxito. Aclaró que no le habían mencionado quiénes eran esos abogados por lo que no nombró a ninguno de los imputados René Gómez, Arsenio Gaona, Armando Valor ni María Elena Esper.

Relató que se reunió con la esposa y la hermana de Cabeza quienes le dijeron que les habían pedido dinero para lograr su liberación, que pagaron $100.000 y que días después Cabeza fue liberado.

Leiva contó que luego comenzó a hablar del tema en su programa de radio y que por ello fue denunciado por Reynoso por falsa denuncia –pese a que nunca lo había denunciado formalmente hasta el momento- y presentó ante el Tribunal una copia de la misma.

Contacto directo y no de oído

El abogado contó que fue contactado por la familia de Iván Cabeza, empresario detenido e imputado junto a otras personas por Reynoso por lavado de activos. El motivo era que lo represente para lograr que el magistrado se aparte de la causa, ya que lo venía haciendo cada vez que Leiva se presentaba como abogado en una causa federal en Orán, dado que no había buena relación entre ellos por los comentarios de Leiva en los medios.

Indicó que una mujer imputada por tráfico ilegal de inmigrantes chinos le contó que había visto cómo Esper ingresaba con un bolso lleno de plata al despacho de Reynoso y que luego salió con el bolso vacío.

Relató que se reunió con la esposa y la hermana de Cabeza quienes le dijeron que les habían pedido dinero para lograr su liberación, que pagaron $100.000 y que días después Cabeza fue liberado incluso sin que haya habido un pedido de sus abogados.

Este hecho lo llevó a formalizar la denuncia contra Reynoso, más aún cuando el empresario le comentó que a otro detenido por su causa le habían solicitado lo mismo.

La abogada imputada Esper habría sido el nexo entre Reynoso y el pago de la coima y sobre ella, Leiva dijo que entraba y salía del despacho del juez sin anunciarse. También indicó que una mujer imputada por tráfico ilegal de inmigrantes chinos le contó que había visto cómo Esper ingresaba con un bolso lleno de plata al despacho de Reynoso y que luego salió con el bolso vacío.

Rivas Vázquez le dijo que era constantemente presionada por Reynoso para que le transfiera la propiedad de una finca que Gómez había puesto a su nombre.

Las declaraciones del abogado molestaron a Esper quien al momento de hacerle preguntas manifestó al Tribunal que tenía un particular encono con él por sus dichos y por roces en la actividad profesional.

La conversación con Rivas Vázquez

Leiva también declaró que un día se reunió con Rosana Rivas Vázquez, ex pareja de René Gómez a quien denunció y acusó de vínculos irregulares con Reynoso. Señaló que en aquella oportunidad, Rivas Vázquez le mostró mensajes de texto en los que la jueza federal Liliana Snopek le pedía que Gómez (su pareja en aquél momento) defienda a la empleada judicial de Salta, Mariana Cervera, que había tenido un accidente de tránsito junto al jefe de la Policía Federal regional, Renato Constantini.

Detalló que Rivas Vázquez le dijo que Cervera le falsificaba la firma al prófugo por narcotráfico, Miguel Farfán, para que no sea necesario que se presente en el Juzgado. Farfán era defendido por Gómez y por esa razón lo veía seguido en su casa.

Luego de que Rivas Vázquez declaró en la Instrucción de la causa contra Reynoso, le dijo a Leiva que tenía miedo tanto del ex juez como del presunto capo narco.

Es que además, según Leiva, Rivas Vázquez le dijo que era constantemente presionada por Reynoso para que le transfiera la propiedad de una finca que Gómez había puesto a su nombre aclarándole que no podía disponer de ella porque era para el juez.

Se trata de las 700 hectáreas de la Finca Mollinedo, que según la investigación fiscal, habría sido el pago que un narco defendido por Gómez habría hecho a Reynoso para lograr su sobreseimiento. Los hermanos César (empleado del Juzgado) y Rosalía Aparicio están imputados porque habrían participado de esta maniobra, ya que la finca apareció a nombre de esta última.