Las fincas de Castedo podrían ser administradas por la UNSa

Las dos fincas por las que el presunto capo narco salteño, Delfín Castedo, posee en el límite entre Salta y Bolivia y usó para hacer ingresar toneladas de cocaína al país fueron embargadas el mes pasado y, luego del allanamiento, hoy se plantea qué hacer con ellas. Los fiscales propusieron que sean administradas por universidades y la UNSa cuenta con grandes posibilidades.

Entre las fincas “El Aybal” y “El Pajeal”, ubicadas en Salvador Mazza en el límite exacto con Bolivia, suman alrededor de 28.000 hectáreas en las que Castedo afirma que se dedica actividades agropecuarias. Los allanamientos realizados días atrás dieron con 534 vacas, 96 terneras y 77 terneros en los corrales, el número se duplicaría con la cantidad de animales que pastan a cielo abierto, entre ellos 26 toros.

Con un drone, lograron retratar las siete silobolsas con granos de trigo, según publicó el diario Perfil. También encontraron diversas herramientas en tinglados, un container, tres acoplados sin identificador y una topadora sin uso. Todo esto no sería otra cosa que la pantalla con la que Castedo intenta ocultar su verdadera actividad, el narcotráfico, acorde a la investigación fiscal. 

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Con las fincas ya en manos de la Justicia, la Procunar junto al fiscal federal subrogante de Lomas de Zamora (donde se tramita una de las causas de narcotráfico más grandes del país), Leonel Gómez Barbella, solicitaron que “se designe a la Secretaría de Fronteras del Ministerio de Seguridad de la Nación, como depositaria judicial de los bienes que en ellas se encuentren y para que proceda a asegurar la presencia efectiva del Estado en ambos inmuebles”.

Ante la imposibilidad del Estado Nacional de controlar el total de la extensión de los campos de Castedo y el oficio enviado por el fiscal titular de la Procunar, Diego Iglesias, junto a los fiscales de Salta Eduardo Villalba, José Luis Bruno y Carlos Amad en el que solicitaron al secretario Luis Green que evalúe la posibilidad de otorgarles un destino de utilidad pública y social a las fincas, se contempló otra posibilidad.

El juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, quien concedió el embargo y ordenó el allanamiento de las dos estancias, se adelantó y solicitó la intervención de los campos por parte de la Sociedad Administradora de Campos de la Universidad de Buenos Aires (SAU). Requirió que la entidad “ejerza los actos de conservación y administración respecto de los bienes inmuebles rurales en cuestión, como lo allí plantado, bienes muebles, construcciones, mejoras y semovientes, según inventario, que previamente deberá realizar”.

LA DETENCIÓN DE CASTEDO

En un mismo sentido, la Procunar pedirá en el expediente que tramita en Orán una medida similar que involucre a una Casa de Altos Estudios de la zona y allí, la Universidad Nacional de Salta podría ser la mejor opción.

Historia e importancia de las fincas

Castedo heredó esas fincas situadas en el paraje Madrejones cuando murió su verdadero propietario, el ex diputado del PJ por San Martín, Ernesto Aparicio, para quien Castedo trabajaba y era mano derecha. Las tierras no tienen mucho valor debido a que una ley las protege del desmonte y tampoco son demasiado aptas para el cultivo.

A través de las fincas, Castedo que, entre otros, abastecía a Carlos Salvatore, el narco más poderoso de Argentina (ambos procesados en la causa “Carbón Blanco”) y se codea con diferentes clanes salteños; posee el control de 40 y 50 kilómetros de frontera. Delfín también cobraría peaje a otras bandas narco y de contrabando que requieren pasar por la zona.

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Pese a que el jefe narco fue capturado a mediados de 2016 y permanece preso en la cárcel federal de Güemes junto a su hermano Raúl “Ula” Castedo, la actividad narco en las estancias continúa inmune, según los fiscales.

La extensión de los campos es tan grande que es imposible establecer una guardia permanente en su totalidad y, además, se cree que la organización sigue activa gracias a la ex mujer de Castedo, quien se encuentra detenida con el beneficio de prisión domiciliaria.

Según un informe de la Unidad Especial de Operaciones Antidrogas de Gendarmería, en la actualidad, El Pajeal posee “un camino de tierra de grandes dimensiones y en buen estado, el cual va desde lo que sería el casco de la estancia, hasta el límite internacional terminando en un portón (…) el camino se adentra en territorio extranjero, constituyendo un paso no habilitado”, lo que constituiría la puerta ideal para el ingreso de la droga al país.