La Fiscalía se vuelca a la hipótesis de un caso de “gatillo fácil” por la espalda
El policía que habría disparado a Nahuel Salvatierra en barrio Solidaridad decidirá hoy si declara u opta por el silencio.
La versión de los dos policías detenidos ayer por el homicidio de Nahuel Salvatierra en barrio Solidaridad podría terminar de conocerse hoy cuando el principal sospechoso de haber efectuado el disparo se siente frente al fiscal para declarar, aunque también existe la posibilidad de que el imputado recurra al silencio.
A la espera de que ello se resuelva, el fiscal Rodrigo González Miralpeix dialogó con LA GACETA y aseguró que la principal hipótesis de los hechos sucedidos la noche del miércoles es que el agente Juan Carlos Cardozo disparó en circunstancias que no tienen ningún tipo de justificativo, ya que, aun siendo cierta la versión de que estaban recibiendo pedradas, esto “no ameritaba que saque un arma letal y le dispare a un chico”. Además, los médicos del hospital San Bernardo le comunicaron que el disparo ingresó por la parte de atrás de la cabeza del joven.
Leé más: Imputaron a los policías acusados de asesinar a un joven en Solidaridad
Quien habló de las pedradas fue el policía Emilio Gastón Aguilera Alanís, quien sí declaró ayer y dijo que vieron una revuelta entre jóvenes cuando iba a trabajar en la moto con Cardozo, por lo que decidió bajarse para intentar disuadirla. Señaló que fue atacado con piedras por lo que se escondió y allí escuchó el disparo, pero que no lo vio a su compañero disparar ni a la víctima caer al suelo.
Lo que, a priori, complica la situación de los agentes es que el conflicto que se estaba produciendo era menor, ya que se trataba solo de dos pequeños grupos de adolescentes del barrio que solo discutían: “ni siquiera era un disturbio de magnitud, no hay personas lesionadas en estos grupos”, indicó el fiscal.
Por estas horas, Cardozo se sentará frente al fiscal para ser indagado aunque puede recurrir a su derecho de abstenerse de declarar. No lo hizo ayer porque tuvo un desacuerdo con su abogado y decidió cambiarlo. Se nombró a un defensor oficial para que lo asista.
Ambos imputados están detenidos en la Alcaldía y la semana que viene se solicitará su prisión preventiva. “No es lo mismo lo que hizo uno que lo que hizo el otro, habrá que ajustar la calificación legal y esto puede cambiar un poco la situación de detención de cada uno”, explicó González Miralpeix.