El Gobierno Nacional puso a los gremios bajo la lupa ¿Qué opina la dirigencia salteña?
Los referentes locales hablaron sobre la detención de Marcelo Balcedo, el anteproyecto de Reforma Laboral y la situación que atraviesan los sindicatos.
En los últimos días la imagen de los gremios y sus dirigentes parece haber quedado bajo la lupa del Gobierno Nacional y la Justicia. A la detención de Marcelo Balcedo, secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación de Buenos Aires, el pasado cinco de enero en la ciudad uruguaya de Punta del Este se sumó Luis Barrionuevo con una polémica declaración. En este contexto surgió la posibilidad de que el Congreso trate las reformas del sistema laboral en los próximos meses y un proyecto de ley que busca “democratizar” los gremios.
Consultados por LA GACETA referentes sindicales de Salta opinaron al respecto y coincidieron, de manera generalizada, en críticas al gobierno que encabeza Mauricio Macri.
“Nos quieren descalificar”, expresó Juan Arroyo y sostuvo que el Gobierno Nacional “va en contra de las organizaciones sindicales”.
El dirigente, que lleva seis años al frente de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), afirmó que en los últimos días se observó una escalada mediática en contra de los sindicalistas buscando “meter a todos en la misma bolsa”.
Desde la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), Gustavo Soto enfatizó que la gestión macrista impulsa leyes que no son beneficiosas para la mayoría de la sociedad. “Ningún cambio fue a favor de la comunidad, el gobierno nos llevó para atrás”.
Soto también indicó que con sus acciones, el gobierno busca intimidar a los gremios para que “no discutan y no defiendan a los trabajadores”. “Más del 99% de la dirigencia gremial no tiene nada que ver con lo que estuvo saliendo en los medios últimamente. Nosotros sufrimos lo mismo que cualquier otro vecino o trabajador”, remarcó el responsables de UPCN desde hace tres años.
Sin pelos en la lengua Jorge Guaymás cuestionó con dureza al Presidente de la Nación y las medidas que implementa. “Este gobierno de derecha busca, a través de los medios, crear la imagen de que ninguna organización sirve y que los gremios son malos. Este gobierno va sobre todas las conquistas del pueblo obrero y para eso nos descalifica. En vez de aceptar sus desaciertos, quiere que la sociedad nos descalifique”, afirmó.
Pero el encargado de conducir los destinos de la Confederación General del Trabajo en Salta, desde hace 12 años, fue más allá y dijo: “hay malos dirigentes, como también hay malos políticos o empresarios. Creo que si están haciendo esto para presionar, eligieron una mala forma”.
¿Cómo analizan las declaraciones de Barrionuevo?
En una entrevista televisiva el titular del gremio de los empleados gastronómicos deslizó una advertencia al observar que quienes "atacan" a los gremios "le muerden la cola al león y terminan mal" y recordó: "a los sindicatos los atacaron Alfonsín y De la Rúa y no terminaron su mandato".
Los tres referentes salteños indicaron que el relato que realizó Barrionuevo sobre estos hechos de la historia nacional no es errado, aunque calificaron a los dichos de Barrionuevo como “desacertados”.
Los sindicatos expresaron que el Gobierno "hace más ricos a los ricos y más pobres a los pobres"
“No compartimos la idea de ser desestabilizadores, solo queremos que el gobierno cambie sus medidas porque así se está empobreciendo a los trabajadores”, afirmó Arroyo.
En sintonía respondió el titular de la CGT y remarcó: “los sindicatos no vamos a derrocar un gobierno. Este gobierno igual debe tener cuidado porque no está haciendo las cosas bien con los jubilados, la salud, la educación y los trabajadores”. Gustavo Soto respaldó esta última postura y haciendo alusión a las gestiones que culminaron sus mandatos con anterioridad dijo que no se fueron por la presión de los sindicatos “sino porque lo pedía la ciudadanía en general”.
Todos en contra
Hasta el momento solo es un borrador, pero el Gobierno Nacional no esconde sus intenciones de impulsar cambios en el sistema laboral a través de una ley en el Congreso. La falta de consenso con otros espacios políticos genera demoras en el tratamiento de la iniciativa que recién podría ver luz en abril. En términos generales, el proyecto establecería nuevas reglas de juego con el fin de bajar costos laborales, reducir la judicialidad y ordenar puntos grises en las normas anteriores. Frente a esto los sindicatos manifestaron su malestar y la dirigencia local no quedó al margen. Todos se oponen.
“Esto atenta directamente contra los derechos del trabajador y sus garantías constitucionales. De lo que fue el primer borrador, la CGT logró hacer algunos cambios. Pero todavía quedan puntos que lastiman a los trabajadores”, sostuvo Soto.
Marcos Peña prefiere hablar de "blanqueo laboral" y no sobre reforma
Guaymás no se quedó atrás y calificó a la reforma como “tremenda”. “Se busca quitar las conquistas que se lograron desde hace años y que el movimiento obrero pagó hasta con vidas. A nivel mundial hay pocos países que tienen layes laborales como el nuestro y este gobierno va por todo, no la compartimos”, agregó.
“La reforma laboral implica un retraso de 40 años y esperamos que la gente salga a la calle para reclamar. Nosotros estamos en contra porque esto ataca a clase trabajadora”, enfatizó Juan Arroyo.