UNSa: preocupa un 60% menos de preinscriptos, respecto al año pasado
En algunas carreras de la Universidad Nacional hay un 54% menos de inscriptos que en 2017. Docentes encargados del curso de ingreso, opinaron al respecto.
La Universidad Nacional de Salta abrió sus puertas el lunes pasado para dar inicio a los cursos de ingreso (CiPriUn), destinados a quienes se preinscribieron para estudiar alguna de las carreras que se ofrecen. Una primera evaluación realizada, por quienes están a cargo de la coordinación, arroja que la matricula cayó en, al menos, un 60%.
La oferta académica de la UNSa está compuesta por 40 carreras entre las seis facultades.
Lo que llama la atención es que en ninguna de las facultades se alcanzó el número de alumnos de 2017 y en algunas, en comparación, apenas llega a la mitad. En años anteriores, las bajas cantidades en una facultad, significaban el aumento de ingresos en otra.
La Facultad de Salud, fue quizá la que más sufrió la baja. Luego de haber sido la que mayor cantidad de ingresantes tuvo el año pasado, llegando a 3.000, este año lleva apenas 1.400 entre las carreras de Enfermaría y Nutrición.
En cuanto a lo sorpresiva y preocupante que resulta la situación, los organizadores del CiPriUn coinciden en que el contacto con los estudiantes los hace notar una mayor complejidad a la hora de resolver los problemas netamente económicos.
Las bajas en inscriptos se notan, principalmente, en carreras de las facultades de Salud, Humanidades y Ciencias Naturales.
“Creemos que tiene que ver con el contexto macro: a una familia que elige que su hijo o hija estudie una carrera se le encarece el costo de vida y todo va de la mano con cuestiones externas a la familia”, reflexionó Omar Gerardo Flores, Licenciado en Enfermería y docente a cargo de la coordinación del curso.
A lo que sumó: “el panorama se pone cada vez más difícil, desde nuestro lado intentamos ayudar a los alumnos para que sigan estudiando, este año sumamos a los turnos por la mañana y por la tarde, el vespertino. Hay muchos que trabajan”.
Además, evalúan que en casos de jóvenes que vienen del interior para estudiar la situación es aún más grave porque se les suman otro tipo de gastos. “Nosotros iniciamos el curso el 1 de febrero, pensando en quienes vienen del interior, que quizá si arrancan en enero tienen que pagar un alquiler más”, explicó el licenciado.
Otro caso en el que el número de preinscriptos cayó de forma sustancial fue en Naturales. Desde donde confirmaron que pasaron de ser 1.500 en 2017 a no alcanzar los 750 entre las cinco carreras que ofrece.
Analizando las condiciones actuales, Emma Anheyela Guantay, profesora encargada del ingreso en la facultad, reflexionó sobre los motivos: “nos preocupa muchísimo. Hace cinco años que estoy a cargo de los ingresos, veníamos en una escala en subida y este año bajó abruptamente. Hago un análisis y veo que es una cuestión social. No es lo mismo el estudiante que elige estudiar una carrera universitaria en el contexto actual, con lo que ocurría hace dos años”.
Teniendo en cuenta los recortes que se dieron en los últimos dos años respecto a los beneficios de becas nacionales y provinciales, y más precisamente aquellos que significaron una merma en la cantidad de tickets que entrega el comedor de la universidad y las futuras limitaciones que se planean para el boleto estudiantil, es imposible no pensar en cuestiones políticas que significan cambios en la decisión de empezar o continuar una carrera, explican desde la universidad.
“Tiene que ver con las políticas que acompañan, las becas están. Pero hace dos años significaban una ayuda importante, ahora no suben acorde a lo que se gasta. Además del recorte significativo de beneficiados”, opinó la docente Guantay.
En Humanidades este año se preinscribieron alrededor de 1.100 personas, lo que significa unas 600 menos comparando con los 1.800 matriculados en 2017.
En diálogo con LA GACETA, la profesora Paula Martín, coordinadora del curso de ingreso de la facultad, confirmó las cifras y opinó: “era de esperar que baje la matricula, por el panorama social y económico. Es todo bastante complejo, que un miembro de la familia decida estudiar en la universidad es una decisión y un acuerdo colectivo, entonces las decisiones familiares hoy en día tienen otras prioridades. Ahora la prioridad es trabajar y generar un ingreso.”
Por su parte, en Ingeniería el número de preinscripciones llegó a 1.140 en contraste con los 1.900 del año pasado. Es decir, un 60% menos de alumnos.
Consultada por el panorama, la ingeniera Julia Hurtado, docente a cargo del ingreso, coincidió: “notamos en las aulas que los alumnos son muchos menos. Para mí lo fundamental es la situación económica. Vienen muchos chicos del interior, se encarece pagar el alquiler, comer en la facultad, todo. Observé que el centro de estudiantes de la facultad está trabajando en el tema de la comida: dar merienda, por ejemplo”.
En la facultad de Ciencias Económicas se preinscribieron un 25% menos de alumnos. En Humanidades 41%; Ingeniería 40%; Exactas 54%; en Naturales, 50%; Salud, un 54%.
En Exactas, las condiciones son las mismas: en 2017 se preinscribieron 2.586 alumnos, ubicándose en segundo lugar, mientras que este año la cantidad rozó los 1.400. Un 54% menos de alumnos cursarán carreras en esta facultad este año.
Uno de los factores que desde la facultad creen crucial es el económico. “Considero que tiene que ver con muchas cuestiones, entra en juego lo económico pero también se presentan los problemas de lo académico: la dificultad de llevar adelante una carrera” analizó Jesús Arias, licenciado en Matemáticas, encargado del CiPriUn de la Facultad de Ciencias Exactas y agregó: “muchos le dan prioridad al trabajo, ya sea para no empezar una carrera o a la hora de dejarla”
Desde la Comisión del CiPriUn de la Facultad de Económicas, informaron que el número este año llegó a los 1.200 por lo que registran unos 400 preinscriptos menos que el año pasado. Pero consideran que la tendencia se “mantiene”.
Las preinscripciones cerraron el 26 de enero. Desde las facultades ya gestionaron una reapertura, que se extendería hasta mediados de febrero, teniendo en cuenta los bajos números y las situaciones particulares de los alumnos.