Las relaciones diplomáticas entre Bolivia y Argentina se tensaron a partir del anuncio del Gobierno de Jujuy de cobrar la atención en hospitales públicos a ciudadanos extranjeros y ahora el gobierno de Evo Morales rechazó de plano atender a argentinos en un su país, ante la falta de un acuerdo de reciprocidad sanitaria.
Días atrás el Gobierno de Jujuy oficializó su posición de cobrar la atención en los servicios de salud pública a ciudades extranjeros. De hecho el ministro de Salid de esa provincia, Gustavo Bohuid, estimó un gasto de entre 20 y 30 dólares por cada paciente.
La respuesta no tardó en llegar y por medio de una carta que envió la Cancillería de Bolivia al embajador argentino en La Paz, Normando Álvarez García, se indicó que el gobierno de Evo Morales “son beneficiarios de la atención integral de y protección financiera de salud todos los habitantes y estantes del territorio nacional que no cuenten con algún seguro de salud”.
Se enumeró que el universo de pacientes contempla a las mujeres embarazadas desde el inicio de la gestación hasta los meses posteriores al parto; a los niños menores de cinco años; mujeres y hombres a partir de los 60 años; mujeres en edad fértil respecto a atenciones de salud sexual y reproductiva y personas con discapacidad. Pero en la carta nunca se menciona a ciudades extranjeros residentes en Bolivia.