El relanzamiento del Plan Belgrano parecía el evento que ningún político quería perderse. La presencia de los gobernadores del NOA y de todos los ministros del Gobierno Nacional en el Centro de Convenciones de Limache acaparó la atención de la prensa, legisladores, funcionarios y empresarios de la región. Pero uno de los que no asistió fue el intendente Gustavo Sáenz.

Después de recibir a la comitiva oficial que llegó al aeropuerto Martín Miguel de Güemes, desde Buenos Aires, el jefe comunal pasó de largo por el edificio ubicado frente a la rotonda de Limache para volver a su despacho.

El motivo de esta decisión habría radicado en que algunos de sus colaboradores no estaban acreditados, motivo por el cual se les restringió el acceso. Este episodio molestó al jefe comunal que solo encontró consuelo en el Centro Cívico Municipal de avenida Paraguay.

Si bien es cierto que allí tenía programada actividades como la firma de algunos convenios, Sáenz no podía disimular su malestar ante el desplante, informaron fuentes cercanas.

Alrededor del mediodía, con el ánimo más calmado, el dirigente allegado a Cambiemos decidió asistir a Finca Las Costas dónde los funcionarios del Gobierno Nacional almorzaron con el gobernador Juan Manuel Urtubey y un selecto grupo de asesores.

Las exquisiteces degustadas en ese almuerzo habrían aplacado toda la furia matinal, puesto que durante la tarde Gustavo Sáenz se mostró con la comitiva oficial que participó de la entrega de viviendas en barrio El Huaico y la inauguración de la Escuela de Música.