El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva estuvo en la sede del sindicato de de Metalúrgicos del ABC durante toda la noche. En tanto hoy, se entregaría a la Justicia luego de participar de una misa en memoria de su fallecida esposa.
El líder del Partido de los Trabajadores habría llegado a un acuerdo con la Policía Federal, según publicó el diario Clarín. Fuentes del PT anunciaron al sitio además que el ex presidente se niega a ser trasladado a la cárcel de Curitiba, lugar en el que el juez Sergio Moro, dispuso que comience a cumplir su condena.
Lula pasó todo el viernes acuartelado en la sede del Sindicato de los Metalúrgicos de Sao Paulo, el lugar donde inició su carrera política como joven líder sindical en los años 70. El ex presidente permanece en el local ubicado en Sao Bernardo de Campo en la periferia paulista desde la noche del jueves, poco después de que se diera a conocer la orden del juez Moro para su ingreso en prisión.
Moro, el magistrado principal de la megacausa sobre corrupción política "Lava Jato" ("Lavado de autos"), había dado plazo a Lula hasta las 17 del viernes (20:00 GMT) para que se entregue en la sureña ciudad de Curitiba, donde está su tribunal.
El caso sacudió al país. Decenas de miles de seguidores del ex presidente, favorito para las elecciones presidenciales de octubre pese a su condena por corrupción, se congregaron frente a la sede del sindicato. En más de 50 ciudades hubo protestas, según Agencia Brasil, informó Télam.
La Justicia rebajó la tensión en la noche de ayer al comunicar que no consideraba a Lula prófugo, pese al plazo de entrega incumplido.
"La condición de prófugo es específica. Tiene que haber componentes de fuga, de negativa de comparecencia. Terminó el plazo para que él se presente voluntariamente", citó una fuente policial, Luís Antonio Boudens.
Desde el sindicato, Da Silva publicó un mensaje en Twitter en agradecimiento a quienes lo apoyan: