Una nueva acusación contra el ex juez federal de Orán, Raúl Reynoso, se inició en los últimos días en la que se lo acusa de vender la droga que estaba secuestrada en los depósitos del Juzgado. Tres personas fueron detenidas en los últimos días.
El abogado de Reynoso, Federico Magno, consideró que la nueva causa es “un manotazo de ahogado” que solo busca distraer con efecto mediático para desviar la atención del juicio en el que se lo acusa de pedir coimas, porque “faltan de sustentos probatorios en la acusación”.
“Quieren distraer con esta nueva causa y las detenciones cuando ya los testigos dijeron que nunca hubo faltantes de droga en los depósitos y que siempre se hicieron las pruebas de narcotest antes de las quemas”, esgrimió el letrado haciendo referencia a lo dicho por los empleados del Juzgado que pasaron como testigos en el juicio que se desarrolla desde septiembre en los tribunales federales de Salta.
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El gendarme Gerardo Garrido y los empleados del Juzgado Néstor Acosta y César Aparicio (también imputado en el vigente juicio al ex magistrado) fueron detenidos bajo estas acusaciones la semana pasada aunque Magno cuestionó la medida al considerar que estaban a derecho.
“Sorprendió la celeridad con la que se instruyó la causa porque se desprendió de lo dicho en esta causa y del supuesto oficio que presentó AFIP en el que Reynoso autorizaba los traslados de droga en vehículos particulares”, apuntó el abogado al sostener que la causa no se venía investigando antes.
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Magno también manifestó su sorpresa por la denuncia de un faltante de 11 kilos de cocaína porque la consideró una suma minúscula a comparación de lo que se suele secuestrar.
El abogado explicó que si bien la nueva causa es paralela y no influye sobre la que ya está en pleno juicio, tiene el efecto de ejercer presión sobre los testigos acerca de lo que puedan declarar ya que podrían terminar presos.
En la última audiencia, un empleado descartó faltantes de droga
En consonancia con los dichos de Magno, el empleado del Juzgado Federal de Orán, Isidoro Gómez, descartó que haya sido irregular el manejo del depósito. El testigo afirmó que trabaja en el lugar desde su creación en 2005 y que durante algún tiempo estuvo a cargo del manejo del depósito aunque la mayor parte del tiempo su función fue la administración de la correspondencia.
“Nunca se nos reclamó por faltante de droga en las quemas, los gendarmes estaban conformes con nuestro trabajo, siempre se hacían los narcotest antes de las quemas”, afirmó el hombre que en un inicio dejó en claro que supo ser concuñado de Reynoso y que gracias al ex juez, consiguió trabajo en el Juzgado siendo geólogo.
Aparicio, detenido en Orán, siguió las alternativas del juicio a través de una videoconferencia. Solicitó su arresto domiciliario por padecer neumonía. La audiencia del lunes arrancó dos horas después de lo previsto porque ni su defensor oficial, ni el Tribunal sabían dónde se encontraba.
Gómez explicó que en el Juzgado existe un depósito chico mientras que en el Escuadrón de Gendarmería hay otro de mayor tamaño pero que las llaves de ambos eran manejadas por la Justicia y allí señaló al secretario penal Gustavo Adad. Cuando pasó en carácter de testigo por el juicio, Adad negó haber dispuesto de las llaves, por lo que el fiscal Carlos Amad solicitó al Tribunal que se realice un careo entre ambos testigos.
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Cuando Gómez dejó de estar a cargo del depósito es que comenzaron a hacerlo Acosta y Aparicio, quienes hoy se encuentran implicados y detenidos en la causa que se abrió.