Dos ex compañeros del colegio de Franco Gaspar Cinco revelaron hoy que poco antes de las muertes de Alejandra Párraga y su hijo Amir, el acusado los contactó por las redes sociales. Les ofreció una paga de hasta $ 20.000 para hacer desaparecer a un niño que interfería en una relación.
Juan Daniel Arias contó que fueron compañeros con el periodista. Lo consideraba un amigo, pero apenas inició su declaración dijo que “se merece toda la pena”.
“Me ofreció $ 10.000 para hacerlo desaparecer. También dólares”
Describió a Gaspar Cinco como una persona conflictiva en la etapa escolar. Recordó que una vuelta el comunicador social le tiró con una tijera porque le dijo boludo. “Él estallaba, se enojada. Si te digo boludo, ¿me vas a venir a tirar una tijera?”, le preguntó el testigo al juez Ángel Longarte.
Pasó el tiempo y los chicos habían perdido contacto hasta hace unos años cuando se encontraron en la calle. Se saludaron; Arias dijo que le alegró verlo y al poco tiempo Gaspar Cinco lo agregó a Facebook. Sin embargo, el reencuentro se hizo esperar porque pese a que eran amigos en la red social nunca habían chateado ni interactuado.
La propuesta: $ 10.000 por “eliminar” a un niño de tres años
Según consta en la investigación, poco antes de los homicidios de Alejandra y su hijo Amir, Gaspar Cinco le envió un mensaje en Facebook a Arias. “Campeón, ¿qué parece?”. El testigo contó que le llamó la atención porque el saludo fue espontáneo y habían pasado varios años desde que eran amigos en la red social, sin antes interactuar.
Juan Arias describió que ese día, el acusado quería verlo y él le respondió que pasara por el restaurante donde trabaja, curiosamente, a pocas cuadras de la casa de la familia Párraga, en Villa Cristina.
Esa misma noche, el periodista llegó al local y le ofreció un trabajo. “Me dijo que tenía un amigo que tenía problemas en su relación porque el hijo de la chica interfería mucho”. Y llegó la propuesta.
“Me ofreció $ 10.000 para hacerlo desaparecer. También dólares”, dijo Arias asegurando que su respuesta fue contundente. “¿Quién le puede hacer algo a un menor?”. Entonces, según sus dichos, Gaspar Cinco le preguntó si no conocía a alguien que se animara a concretar el “trabajo”.
“Vos lo ves tranquilito, pero en su cabeza capaz tiene otra cosa”
Arias relató ante el Tribunal de Juicio que tiene mala fama por sus problemas con las drogas y por esto creyó que su ex compañero lo había contactado. También señaló que no tomó en serio la propuesta de Gaspar Cinco y cuando se enteró lo que pasó, le pesó mucho.
“Me pesó mucho. Pido disculpas a la familia. Me acuerdo de lo que pasó hasta el día de hoy”, dijo.
El testigo fue consultado sobre su percepción del acusado cuando fueron compañeros y dijo que “vos lo ves tranquilito, pero en su cabeza capaz tiene otra cosa”. Pese a no tener contacto, veía las publicaciones de Gaspar Cinco en las redes y sobre esto, Arias dijo: “Franco era asqueroso, no le gustaban los pobres”.
Una segunda propuesta: $ 20.000 con el mismo relato
Después de Arias, Franco Nicolás Luna ingresó a la Sala de Grandes Juicios y contó una historia similar.
Franco Gaspar Cinco lo agregó en Facebook poco antes de las muertes de Alejandra y Amir y en un clima de confianza le pidió su número para continuar hablando por WhatsApp.
“Me dijo que necesitaba un sicario porque un amiga estaba mal y tenía problemas en su pareja por el hijo de la chica”. Y agregó: “dijo que su amigo ofrecía $ 20.000 para hacer desaparecer al chico, me dijo que el niño tenía tres años. Le dije que le diga al tipo que planeaba esto que estaba loco”.
El relato de Luna continuó con más detalles. La situación lo dejó perturbado y le dijo a Gaspar Cinco que quien planeaba esto estaba loco y que él mismo pagaría esa cifra para hacer desaparecer al que quería esto. Aseguró que si bien todo se dio entre bromas, la idea le pareció aberrante.
Pasaron los días y no volvió a tener contacto con el acusado y le contó lo que había vivido a su novia. A los pocos días, Alejandra y Amir fallecieron envenenados con cianuro y Gaspar Cinco quedó detenido.
“Ella se acordó de lo que le conté y cuando pasó eso me preguntó cómo se llamaba mi compañero, le dije que Franco. Me contó lo que había pasado y yo no lo podía creer, fue muy fuerte”, dijo Luna.