La demanda habitacional que afecta a los salteños se ve contrastada con la existencia de terrenos y casas abandonadas dentro del micro y macro centro de la ciudad.
Mientras el Instituto Provincial de Vivienda (IPV) se ve colapsado durante las fechas límites para la presentación y renovación de documentación, existe un contexto paralelo en el que abundan las casas y terrenos abandonados.
Lo más llamativo es que éstos se encuentran dentro de lo que se considera micro y macro centro de la ciudad. Un ejemplo de ello se localiza en calle Miramar al 300, donde se puede ver claramente una vivienda en total abandono, ya que el umbral de ésta sirve de “cama” para un hombre en situación de calle. Dicha casa se ubica justo donde inicia el Parque San Martín y a cuatro cuadras de la Iglesia San Francisco.
A dicho caso, se le suman otros de público conocimiento, por ejemplo, el del salón comercial de Av. San Martín esquina Peatonal La Florida (donde funcionó HyR Maluf) y la vivienda de Av. San Martín entre Peatonal Alberdi y calle Buenos Aires. Ambas propiedades fueron puestas en remate público en el año 2014: la primera con un valor de 28 millones de pesos y la segunda, 4 millones y medio de pesos. Lo cierto es que hoy en día ambas siguen sin ser utilizadas.
Según la ley N°21.499 Nacional de Expropiaciones, ésta “comprende todos los casos en que se procure la satisfacción del bien común”. Es decir que, el tinglado que se encuentra en calle Juan Francisco Pastor al 2200 podría ser usado por el centro vecinal del barrio Santa Victoria, que colinda con él, y de esta forma, dejar el estado de abandono en el que se encuentra hace varios años.
Existe también la ley provincial sancionada en el año 1951, la N°2614, donde se lee que el Estado "podrá expropiar bienes del dominio municipal o de particulares con fines de utilidad pública”. Pero esto no sucede quizás por diversas cuestiones burocráticas. El tinglado de Francisco Pastor se encuentra en proceso de juicio sucesorio, por lo tanto, no puede ser puesto a la venta. Marcelo Ortega, un vecino del lugar señala que es "una mugre” y pide que los dueños cierren la entrada. "Vaya a saber uno qué hacen ahí en la oscuridad, de noche”, murmura.
LA GACETA tuvo acceso a diversos estados de cuenta de estos inmuebles y el promedio de deuda de estas casas abandonadas es de $23.000 mientatrs que, la media de años impagos, es de seis.
Baldíos
A raíz del reciente ataque brutal que sufrió Belén en un descampado de Barrio Santa Ana, resurgió la controversia acerca de terrenos abandonados que no son desmalezados.
La ordenanza referida a la higiene urbana en su artículo 125, inciso 18, detalla como motivo de la infracción "no efectuar la limpieza de terrenos baldíos, los que deben estar libres de basura, escombros, residuos o malezas". Para determinar la sanción, se consideran los metros cúbicos de basura y escombros, superficie del terreno y estado de abandono del mismo.
En cuanto a éstos, la Secretaría de Medio Ambiente de la Municipalidad es la encargada de recibir las denuncias que haga la comunidad. Para ello, se puede llamar de forma gratuita al 0-800 777 4400, también a los teléfonos 4373401 o 4373486; o por Whatsapp, al 3874410105, se debe mandar de una a tres fotografías del lugar, la dirección del terreno que se denuncia además de: nombre, apellido, dirección y DNI del denunciante.
El intendente, Gustavo Sáenz, aseguró que se realizan 50 notificaciones por día a propietarios de baldíos. Una vez realizada la denuncia, explicaron desde la Municipalidad, en un período de 72 horas, la secretaría de Ambiente envía un inspector para corroborar la infracción. El propietario es notificado y tiene 10 días para comenzar con la limpieza y 30 para terminarla. Si no cumple, se le cobra una multa y el municipio se hace cargo de la higiene del terreno, cuyo costo deberá pagar luego el propietario.
“Los montos no son fijos, sino que varían según distintas cuestiones”, aseguró el Secretario de Ambiente, Gastón Galíndez. El funcionario municipal también fue consultado acerca de la cantidad de baldíos multados en el último mes y los precios de dichas multas, pero no se obtuvo respuesta de su parte.
El correcto desmalezamiento de estos terrenos permite que la población mantenga su salud, debido a que existen problemáticas como el dengue, Zika y Chikungunya cuya proliferación se ve potenciada por la acumulación de basura y yuyos, que producen pozos donde se acumula agua y puede provocar un foco infeccioso.
Los vecinos coinciden en que es un peligro por la cantidad de alimañas que se generan. “Cuando no cortan los yuyos se nota la cantidad de mosquitos, ratas y cucarachas que abundan”, reconoce Angie Coro, vecina de un baldío de Talcahuano al 700. “Es un peligro para los vecinos”, finaliza.
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Galíndez aseguró que primero se realizan las notificaciones, las multas, y en caso de no responder se genera el proceso de remate del inmueble por título ejecutivo.
Lo llamativo es que existen casos donde el juicio nunca llega. De hecho, una de las deudas inmobiliarias consultadas por LA GACETA, asciende a $16.000 por llevar 13 años sin pagar impuestos y no cuenta con juicio iniciado por la Municipalidad.