Cuentan que Harry y Meghan se conocieron en Toronto (Canadá) durante los Invictus Games, una competición paralímpica para veteranos de guerra creada por el príncipe. Dicen que el flechazo fue instantáneo. 

Él, también considerado "el príncipe rebelde" por su fama de amante de las fiestas y el alcohol, venía de varias relaciones amorosas fallidas y estaba enfocado en su trabajo solidario. Ella, actriz protagonista de una exitosa serie de Netflix, en 2013 se había divorciado del productor Trevor Engelson después de dos años de matrimonio. 

Markus Anderson, cercano a Meghan y amigo de Harry, fue el celestino. El príncipe le pidió a Markus que, sin que parezca una cita, arregle un encuentro entre ambos. Se produjo cuando la actriz viajó a Londres para ver a la tenista Serena Williams jugar en Wimbledon. El flechazo habría sido instantáneo y la charla aún más que interesante cuando ambos se cruzaron.

“Había otras siete u ocho personas y fue la oportunidad perfecta para que Harry y Meghan se conocieran en un ambiente descontracturado y así hablaran”, cuenta Nicholl en el documental. “Ella estuvo divertida, arrebatadora, y no le intimidó el hecho de que se tratara del príncipe Harry. Pensó que era increíblemente guapo. A él le pareció ´una chica increíble'”, explica.

Al poco tiempo la pareja comenzó una relación a la distancia. Así, el año pasado pasaron vacaciones en Noruega, él realizó una visita exprés a Canadá para verla tras concluir su gira oficial por el Caribe, y a fin del año pasado disfrutaron de los feriados de Navidad, juntos en Londres. Mañana se casan en Londres.