TUCUMÁN.- Walter Berarducci, secretario de Gobierno de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, llegó al estudio de televisión de LA GACETA con esta definición: “es una noche fatídica para la ciudad” (por ayer). A su lado, Pablo Lazarte, subdirector de Catastro, sujetaba con las dos manos el legajo de la obra que la firma Antonio José Fortino Construcciones SRL estaba ejecutando en el edificio que se desplomó ayer. De ese bibliorato salieron los facsímiles del plano aprobado y del permiso de construcción incluidos en esta edición. Es un adelanto de la documentación que la Municipalidad que conduce el intendente Germán Alfaro ha de aportar a los diferentes procesos judiciales relativos a la tragedia. Con los papeles en su poder y ante la audiencia del programa Panorama Tucumano, Berarducci defendió la actuación de la Municipalidad: “la responsabilidad es del profesional a cargo, en este caso, del ingeniero Antonio J. Fortino”.
“La obra comprende dos locales comerciales y una playa de estacionamiento, e iba a conservar la fachada antigua -sin retranqueo-. El trámite está completo y fue desarrollado como corresponde. Lo iniciaron en octubre de 2016 con la presentación de un anteproyecto. Luego aprobamos el proyecto, y dimos el visto bueno al plano de arquitectura, instalación eléctrica y sanitaria. Al tratarse de una refacción, no hay exigencia de planos de estructura”, explicó Lazarte. Y añadió que estaban averiguando cuándo había sido la última inspección de la obra: “es necesario aclarar que avanzaba muy lentamente y que no había inspecciones periódicas porque a estas las solicita el constructor”.
Berarducci no quiso conjeturar por qué el ex cine Parravicini se había venido abajo. “Es temerario opinar en este momento, máxime cuando el fiscal Diego López Ávila (N°4) está trabajando en el lugar. Por respeto, debemos esperar los resultados de las medidas judiciales tanto para determinar las causas como las responsabilidades que correspondiesen”, añadió. Los funcionarios dijeron que no estaban al tanto de versiones ni de rumores que insinuaran que había peligro de derrumbe en la propiedad de Antonio José Fortino Construcciones SRL.
“Aquí hay una cuestión formal cumplida en el tiempo y de la manera que establece la normativa vigente”, insistió Berarducci. Lazarte expresó que la Municipalidad controlaba si la propiedad era apta para el destino proyectado y que, por estar implicado un edificio viejo, intervino la Dirección de Planeamiento, que avaló la reforma. Pero también verificó los títulos de dominio, la constitución de la sociedad y el pago de tributos. “A priori no hay nada que objetar al trámite. El director técnico (Fortino) es quien debía tomar las precauciones y recaudos. Él está habilitado para definir qué es lo que había que hacer. Y la Justicia determinará, con las pruebas periciales, si hubo o no mala praxis”, manifestó el secretario de Gobierno. Berarducci añadió que la carpeta y los funcionarios municipales estaban a disposición del fiscal López Ávila, y que así se lo habían comunicado. “Estamos tranquilos, pero, a la vez, tristes porque los papeles no calman el dolor de lo ocurrido”, coincidieron Berarducci y Lazarte.