Las cárceles de Salta no dan abasto. La gran presencia de presos federales le demandan a la Provincia una costosa inversión que ya ha reclamado a Nación.
Sin espacio en las unidades carcelarias, desde hace tiempo los presos son recluídos en las dependencias policiales de la frontera que no están preparadas en capacidad y seguridad.
Al momento de la fuga de seis presos, la comisaría 24 de Orán tenía superada su capacidad en más del doble.
Hace una semana escaparon seis presos de la Comisaría 24 de Orán y la Policía diagramó un mega operativo -con ayuda de fuerzas nacionales- para recapturarlos. Hasta el momento se entregaron y detuvieron a cinco de ellos, a la espera del joven Facundo Valdez.
Matías Canchi, uno de los detenidos, grabó un video antes de entregarse y aseguró escaparon porque las puertas de las celdas estaban abiertas. Pero la fuga no fue más que un llamado de atención a un sistema vulnerable y a las pésimas condiciones humanas en las que denunció que viven quienes están alojados en la comisaría.
La comisaría al momento de la fuga
La Comisaría 24 de Orán está ubicada en el barrio Los Lapachos y cuenta con una capacidad para alojar a 13 presos.
Al momento de la fuga de Miguel Villalba, Matías y Javier Canchi, Matías Lobo, Luis Aldana y Facundo Valdez, único prófugo, la dependencia estaba sobrepoblada, la capacidad estaba superada en más del doble ya que había 29 detenidos.
Como si fuera poco, el fin de semana pasado un joven de 23 años fue asesinado a puñaladas durante el enfrentamiento entre dos bandas. Por orden de la fiscalía, 11 personas están detenidas mientras avanza la investigación y todos fueron alojados en la 24.
Actualmente la Comisaría tiene 33 hombres privados de su libertad, casi tres veces de su capacidad.
Sin medidas de seguridad
La fuga de Villalba, los Canchi, Lobo, Aldana y Valdez ocurrió en un descuido de los efectivos quienes también están superados en su capacidad y, además de cumplir sus funciones, deben hacer de guardiacárceles.
Según consta en la investigación los detenidos limaron barrotes y usaron una ventana de trampolín para saltar por los techos. La fuga habría tenido lugar durante la madrugada del jueves 6 de julio pero fue descubierta varias horas después cuando un efectivo fue hasta las celdas a llevar el almuerzo a los presos.
La fuga en la Comisaría 24 de Orán no es más que la repetición de varias que se han dado en el último tiempo. LA GACETA indicó que solo en los últimos ocho meses se escaparon 24 presos de dependencias del norte salteño donde la frontera está a un paso y el escape hacia Bolivia en busca de una nueva vida es una posibilidad que atesoran muchos de ellos.
Los escapes ocurrieron en la Comisaría 21 de Pichanal, las 20 y 24 de Orán, y la 42 de Tartagal, todas en la frontera norte.
Cámaras de TV, la solución más cercana y económica
Consultado sobre la problemática, el Jefe de Policía, Ángel Mauricio Silvestre, indicó en diálogo con LA GACETA que “una posible solución que se analiza es instalar cámaras de TV para tenerlos monitoreados, es una solución posible para un futuro próximo”, en un contexto sin demasiados recursos.
El comisario indicó que la sobrepoblación de presos demanda la creación de una Alcaidía en la frontera como ocurre en la Capital. Este centro permitiría descomprimir cárceles, comisarías y subcomisarías. Con una estructura sólida en seguridad, las fugas serían casi imposibles.
Quien también se hizo eco de esta situación fue el ministro de Gobierno, Derechos Humanos y Justicia, Marcelo López Arias, quien cuestionó la falta de fondos que no envía la Nación para velar por la seguridad de los presos alojados en las cárceles federales de Salta y poder así descomprimir unidades carcelarias y dependencias.
“Somos conscientes que la provincia ha sido avanzada institucionalmente en muchos aspectos, desde la incorporación del Ministerio de Derechos Humanos al Servicio Penitenciario, la reforma de códigos procesales y la lucha contra el microtráfico, han llevado a que hoy tengamos cárceles saturadas de presos. Los avances legales y procesales, como impulsores del proceso, ha llevado a que nuestras cárceles estén saturadas”, dijo.
Y agregó: “a pesar de esa situación, peleamos para avanzar. Se están haciendo obras y estamos reclamando de la Nación esa ayuda que nos corresponde. Estamos asumiendo con fondos provinciales gastos que no nos corresponden y deben ser del Gobierno nacional porque tenemos presos por delitos federales como el microtráfico”, concluyó.