Sucedió como la mayoría de los casos: el sacerdote se había ganado la confianza del menor, quien hoy, siendo adulto, se anima a contar lo sucedido.
“Ese es el caso del llanto que se escucha en el audio que publicamos, en exclusividad, de la declaración ante un tribunal eclesiástico secreto -documento de carácter inédito que permite conocer la justicia católica desde adentro por primera vez- realizada por el salteño Juan Carlos García, quien afirma haber sido violado por el padre Emilio Raimundo Lamas en 1992, cuando tenía 16 años. El relato del abuso entre sollozos es conmocionante”, relató hoy Infobae a la vez que difundió los audios en donde se da cuenta de elos procesos que se llevaron adelante por parte de la Iglesia.
Juan Carlos García trabajó en la Iglesia católica en Rosario de Lerma, desde niño. En la adolescencia ya era edecán de la parroquia cuando el ministerio era ejercido por el padre Ojeda. Cuando el sacerdote falleció, luego de algunos reemplazantes, llegó el nuevo y joven cura que, con su estilo informal y de cercanía a la población -jugaba al fútbol con los jóvenes, solía vestir de civil-, sorprendió a su feligresía. “El adolescente García se entusiasmó con sus tareas parroquiales. Hasta que un día de 1992 el sacerdote Emilio Raimundo Lamas le pidió que lo acompañara a dar misa en las fiestas de la Virgen al pueblo de Alfarcito, situado en las alturas salteñas. Según García, allí la violación ocurrió”, relató el diario Infobae.
Así lo relató a Infobae y, a principios de 2017, ante el Tribunal Eclesiástico del Arzobispado salteño, en un proceso secreto que investigaría las acusaciones de García. Según el denunciante, al llegar a Alfarcito se sintió mal por los efectos de la altura y, en cierto momento de la noche, se retiró a la habitación que compartiría con el sacerdote Emilio Raimundo Lamas. Luego Lamas entró y abusó del joven allí.
¿Cómo siguió todo?
Un año después, el sacerdote Alejandro Pezet, que había participado del proceso eclesiástico como "notario", visitó en su hogar a Juan Carlos García, que en la actualidad tiene una radio en Rosario de Lerma. El padre lo visitaba en nombre del presbítero Loyola Pinto y de Sancristóval, juez vicario y máxima autoridad del tribunal de la Iglesia salteña.
Así lo explica Infobae:
"El padre Loyola me pidió que te transmita algo dentro del secreto de lo que ocurre ahí adentro -le dijo Pezet a García, según el registro de la conversación, que fue grabada-. Se llamó al padre Lamas, se le leyeron las acusaciones, él dijo que reconocía que todo era verdad y pidió la dimisión del sacerdocio. Fue de palabra entre los que estábamos ahí, si decide hacer eso debe ponerlo por escrito. Me parece algo honesto de su parte. Dijo: 'No niego ninguna de las acusaciones'. Dentro de todo lo malo eso es algo bueno".
-¿Reconoció los otros casos también? –preguntó García a Pezet.
-Sí. Dijo que había pensado en dimitir en otras ocasiones. Acá tiene un buen concepto, incluso de sus otras víctimas, que dicen que es un buen tipo, pero cometió un crimen gravísimo. Lo que a vos te hizo y probablemente a muchos más es gravísimo, es pisotear seres humanos. Yo creo que lo que a él le conviene es ofrecerte una reparación para que no trascienda. Él no va a ir preso porque esto ya prescribió. Evidentemente la Iglesia te ofrece una reparación. La peor sanción de la Iglesia, que es no ejercer el ministerio, al haber renunciado Lamas ya no se le va a imponer. Ahora la iglesia con vos como institución de alguna manera tiene una responsabilidad. Es un miembro de la Iglesia con la autoridad moral que la Iglesia le dio. La Iglesia es un cuerpo y el pecado de uno, de alguna manera, somos responsable todos, así como la santidad de uno nos hace bien a todos. Pero para mí es bueno que haya reconocido. No le gusta al obispo que se ventilen estas cosas. Yo los alenté a que lo pongan por escrito.
Infobae se comunicó con el padre Pezet, que se encuentra en Italia: "Las cosas que le dije a García son cosas que están dentro de un proceso de derecho canónico y, por lo tanto, dentro del secreto canónico".
Mientras tanto, García espera por justicia. Su caso, el de una posible violación realizada por un sacerdote cuando era un chico, se encuentra siendo juzgado.