Hay poetas que han sido borrados. Elisa Moyano presenta justamente un libro para tratar de rescatar del olvido, a una generación brillante.
“Mujeres amordazadas. La generación literaria de los '80 o de la postdictadura en Salta” es el título del libro de Elisa Moyano, que presentarán Josefina Soria y Raquel Guzmán. Esta presentación ha sido la excusa perfecta para mantener esta charla.
La presentación se realizará en la Sala Mecano de la Casa de la Cultura (Caseros 460) el sábado 6 de octubre a las 18.30 horas en el marco de la VIII Expolibros.
-El libro rescata a poetas mujeres y salteñas de los 80...
El libro rescata a la generación de los '80, que yo llamo de la postdictadura, con las líneas poéticas que la caracterizaban (una poesía urbana, todavía referencial y las que comenzaban a abrirse paso como el neo-romanticismo, el neobarroco o el concretismo). En ese marco y ya desde una posición de género rescato a poetas mujeres salteñas que fueron las que introdujeron las novedades y, a pesar de ello, fueron olvidadas por los académicos y los antólogos. A pesar de que hago mención a poetas consagradas en Buenos Aires y cultoras de esas poéticas novedosas, del resto del país solamente analizo textos de una jujeña, Estela Mamaní que en un libro de 2001 hace una memoriosa síntesis de todas las poéticas transitadas por la generación.
-¿Por qué escogió esta temática?
En primer lugar porque considero que es muy considerable el nivel de excelencia de los poetas de la primera década de democracia. En segundo lugar porque, aunque la generación en general es bastante dejada de lado, las mujeres han sido “amordazadas”, tal como reza el título, acalladas, olvidadas y eso significa una injusticia: los antólogos siempre predicaron que lo valioso era la novedad y eso era lo que ellas hacían, traer lo nuevo a estas comarcas.
-¿Qué puntos en común tienen quienes publicaron en esa década?
El punto de convergencia de todos los que escribíamos en los ’80, manejáramos la poética que manejáramos, es la común y terrible experiencia de la dictadura. Por eso me resultó operativa la teoría de Karl Mannheim quien explica que la existencia de una generación está dada por experiencias comunes que más signan mientras más aterradoras sean. Mannheim sostiene que a veces esa huella de lo terrible se imprime en formas polares. Esto se da en la generación dado que algunos, pasada la experiencia pudieron decirlo con todas las letras (Vera, Muloni, Haro), mientras que otros lo ocultaron bajo los drapeados del neobarroco (Bellone, Gutiérrez, Ferrario) o la desolación del neo-romanticismo (Saravia, Alemán).
-¿Qué lectura hace de la poesía actual en Salta?
Si a poesía actual te referís a los poetas que comienzan a editar sus obras armadas artesanalmente a partir del nuevo milenio, la que fue estudiada por Díaz Pas en su tesis de licenciatura, creo que los cambios fueron sorprendentes. Si la poesía era patrimonio de varones letrados (aunque alguno tuviera un papá mecánico o carpintero) casi hasta los ’80, en esa década, las mujeres y los hombres del interior de la provincia hacen su entrada triunfal. En la postcrisis de 2001 copan la plaza los titirieros, los que hacen malabares en las esquinas y, salvo excepciones, aquellas chicas y muchachos con trabajos verdaderamente informales. Aparecen entonces temas, poéticas y puntos de vista novedosos. La droga, el impacto de los medios masivos, la impronta de internet (muchos publican su producción en páginas web, varios son bloggers o sea escriben siempre en su blog, teniendo algunos muchos seguidores) entre otras cuestiones fundamentales que dejan su huella en la escritura.
-¿Cuáles son los poetas analizados?
En la primera parte hablo de los poetas que publicaron en la Editorial Tunparenda (Jesús Ramón Vera y aquellos que tenían una poética aun referencialista, Gustavo Rubens Agüero, Raúl Rojas, Rosa Machado, etc.) y de los que los hicieron con el grupo Retorno que también publicaba libros. Hablo ahí de los poetas Liliana Bellone, Antonio Ramón Gutiérrez, Nancy María García, y Luis Ferrario. Después tomo la Hoja de poesía en la que publicábamos cinco mujeres (Mily Acosta, Belén Alemán, Mercedes Saravia, Alicia Podert y yo). En un capítulo posterior, me detengo en el libro Retorno de Liliana, que comparo con Historietas de Ernesto Aguirre de Jujuy , escritor muy reconocido a nivel nacional y tomo poemas de Mercedes Saravia y de Belén Alemán (olvidadas en antologías nacionales) comparándolas con Pablo Baca (reconocido en ellas) de Jujuy por ser todos neo-románticos. También comparo la trayectoria de Mercedes con la de Antonio Gutiérrez ya que partiendo ella del neo-romanticismo y el del neobarroco, ambos llegan a un objetivismo .Finalmente analizo poemas de Nancy García, Raqel Escudero, Alicia Poderti y Estela Mamaní, a quien dedico un capítulo.
El comparatismo me sirvió para mostrar más fuertemente lo injusto del olvido de las mujeres