Durante décadas se estableció que los medios de comunicación no debían tratar los temas relacionados con los suicidios, una problemática que se aborda desde la salud mental. “Inclusive muchos manuales de periodismo de algunos medios lo habían dispuesto directamente. Pero el problema no es hablar de los suicidios, sino cómo se habla de ellos”, dijo Valeria Román, autora y editora de la guía para periodistas sobre Suicidio adolescente, publicada por Unicef Argentina.
Por lo general, explica la especialista, los medios expresan mal cuando, por ejemplo, una celebridad muere debido a un suicidio. “Son los casos más comunes y la cobertura que se realiza siempre es incorrecta: se cuentan detalles, se especula y esa cobertura hace mucho más daño y sí contribuye a que haya más suicidios”.
¿Qué cosas no deberían mencionarse en una cobertura sobre un caso de suicidio?
“Se debería apuntar, en primer medida, que el suicidio es un problema de salud mental, que se puede prevenir y no es un destino inexorable de la persona ya que hay muchísimas alternativas para quienes viven una crisis”, explica Román.
“Los periodistas pueden ayudar a que el tema se converse ya que es un tema de salud pública. También deberían dar a conocer que es un problema de la comunidad, no del núcleo de la familia, por ejemplo y remarcar que el suicidio no es la única salida”, indica a LA GACETA. “No se deben buscar razones ni culpas, los periodistas no están en la cabeza de la persona que murió. Por lo general dan explicaciones vulgares, incorrectas y especulativas. El suicidio es un fenómeno complejo que incluye muchos factores”, remarca.
“Es recomendable no contar el método del suicidio ya que además no es relevante. Pensar al problema como algo comunitario contribuye a cambiar la mirada”, indica Román.
¿Cómo sería una buena práctica comunicacional en estos casos?
Es importante dar a conocer la promoción de actividades físicas, artísticas que brinden contención a los adolescentes. Cualquier proyecto de este tipo colabora con que el joven tenga otra perspectiva de la vida, con un proyecto hacia adelante.
Se debe dar a conocer los lugares y centros de ayuda adecuados, chequeados y verificando que brindan una buena atención.
Contar historias inspiradoras de adolescentes que se destacan en alguna área, ya sea individual o colectivamente. Por lo general, los medios estigmatizan a los adolescentes y los mencionan en casos de violencia, agresiones, consumo de dorgas o alcohol. Se tiende a dar una imagen negativa de ellos en lugar de mostrar las actividades saludables que realizan.
Está bien preguntarse qué políticas, municipales, provinciales y del gobierno nacional, contribuyen a mejorar la salud mental.
La especialista escribió recientemente una breve reseña del tema el suicidio en los medios en el Blog de la Fundación Nuevo periodismo Iberoamericano, de Gabriel García Márquez:
Efecto Papageno: cómo los periodistas pueden prevenir suicidios
Papageno es el personaje alegre que vende pájaros en la ópera de Mozart, La flauta mágica, del siglo XVIII. En un momento, teme que ha perdido su amor, y decide quitarse la vida. Pero tres muchachos aparecen, le muestran que hay otras alternativas, y evitan que Papageno se suicide. Durante la última década, la investigación científica en psicología y salud mental ha demostrado que los periodistas y los medios de comunicación pueden también tener un impacto positivo para prevenir suicidios cuando realizan coberturas responsables.
Conocé más sobre la última evidencia del impacto de los medios sobre las personas más vulnerables al suicidio surge de un estudio llevado a cabo por investigadores de Canadá, Austria y Australia, quienes evaluaron los elementos potencialmente beneficiosos y dañinos de la cobertura sobre suicidios en medios gráficos y digitales. El trabajo fue publicado en la revista especializada Journal de la Asociación Médica de Canadá (CMAJ), haciendo click acá.