La Iglesia de Salta continúa siendo centro un escándalo que, aparentemente, recién comienza. Hoy, mientras se pedía la dentición del ex cura Emilio Lamas acusado de abusar a menores de edad en Rosario de Lerma, se conoció que el sacerdote Agustín Rosa Torino por los delitos de “abuso sexual gravemente ultrajante y abuso sexual simple”, en ambos casos agravado por ser ministro de culto reconocido.
Por las numerosas pruebas reunidas, la fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, María Luján Sodero Calvet, requirió esta mañana el enjuiciamiento del sacerdote. Los cargos contemplan penas de hasta 20 años de prisión.
Luego de un largo proceso que implicó no sólo la realización de numerosas pericias técnicas, sino también psicológicas y la recepción de más de 50 testimoniales, se concluyó que “la acusación” en contra del cura da “fundamento en que el imputado, aprovechando la cercanía, la confianza, el respecto y la obediencia que le era debida, habría desplegado actos de contenido sexual en el cuerpo de los denunciantes”.
Entre esos actos, hubo “tocamientos libidinosos” en zonas íntimas de las víctimas. Asimismo, la fiscal remarcó que dado el “rol de padre fundador” del Instituto Religioso Hermanos Discípulos de Jesús de San Juan Bautista, las pruebas colectadas en la causa demuestran que los damnificados no pudieron prestar de “ningún modo su consentimiento libre y voluntario” a los abusos sexuales denunciados.
A partir de detalles expresados por más de 20 testigos, para la fiscal quedó claro que el acusado gozaba de “ascendencia” sobre los miembros de la congregación que dirigía y que se “tornaba imposible para estos, en ese estado de clara vulnerabilidad, resistirse o negarse, máxime teniendo en cuenta las premisas que se impartían en esa Orden Religiosa y el evidente estado de sumisión en el que se desarrollaba el vínculo entre Rosa Torino y los hermanos del Instituto encabezado por el acusado”.
Además de las numerosas testimoniales y otras pruebas técnicas, la fiscal señaló que para arribar a las conclusiones que motivaron el pedido de elevación a juicio contra el sacerdote, también se tuvieron en cuenta los peritajes psicológicos. Al respecto, Sodero sostuvo que “los resultados de estos estudios fueron determinantes en cuanto al padecimiento de las víctimas, como así también respecto al perfil del acusado.
Dijo que los mismos “dan cuenta de la existencia de graves secuelas en la psiquis de los denunciantes, lo que permite inferir que se ha afectado su integridad psicofísica y sexual”.
Convencida de la acusación que lleva adelante, la fiscal presentó el requerimiento de juicio en contra del sacerdote en el Juzgado de Garantías 1, a cargo de la jueza, Ada Guillermina Zunino, la que ahora deberá seguir con los trámites del caso la realización del juicio oral y público a Rosa Torino.
Cabe recordar que Rosa Torino, tras varias idas y vueltas, fue detenido hace más de un año en prisión domiciliaria, en las instalaciones que la orden religiosa que fundó en Finca La Cruz.